Moda rápida: el impactante precio negativo que deja en el planeta

 Detrás del glamour de la industria de la moda se esconde un elevado precio ambiental.

Telemundo

SAN DIEGO - La industria de la moda rápida es la segunda más contaminante del planeta por su acelerado ritmo de producción a bajo costo, según datos de la ONU. 

Detrás del glamour de la industria de la moda se esconde un elevado precio ambiental. Prendas desechables, baratas y no sostenibles son responsables de consumir alrededor de 79,000 millones de litros de agua por año, ropa hecha de poliéster, tomaría hasta 200 años en descomponerse en el océano, y el 50% de estos trajes, terminan en basureros de desechos sólidos, según datos del centro de diversidad biológica. 

 La moda rápida es una de las industrias de más rápido crecimiento. De hecho, según cifras del centro de diversidad biológica, o CDB por sus siglas en inglés, la cantidad de prendas nuevas hechas anualmente se duplicó en los últimos 20 años y su consumo global aumentó en un 400%

Este modelo de negocio es mayormente responsable de la crisis climática, posicionándose en la segunda industria más contaminante del planeta, según datos de la ONU. 

“35% de los micro plásticos que están en el mar viene de tela hechas de fibra plástica, son esas telas baratas”, dijo, Fey Crevoshay, activista ambiental de Costa Salvaje.

Como activista ambiental, Fey Crevoshay, asegura que es un grave problema donde silenciosamente estamos contaminando nuestro planeta.

“Para hacerse ocupa muchísima agua, una blusa o una camisa son 700 galones de agua, un jean son 2 mil galones de agua. Y esa agua se impregna de todo tipo de colores para colorear las prendas y de ahí lo están dejando ir a los ríos y de los ríos llega al mar, entonces está haciendo nuestros mares tóxicos”, agregó Crevoshay.

Además, más del 50% de esta ropa terminan en vertederos como desechos sólidos. Según cifras de la agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos.

Con el fin de aportar su granito de arena y concientizar a la población, Evelyn Aguilar, diseñadora de moda y experta en moda y estilo.  Creó “Closet Detox” un evento donde varias mujeres venden su ropa usada y le ofrecen a los compradores una prenda de segunda mano sustentable y a bajo costo.

 “El propósito es que a la gente no le de miedo, lo que es la moda sustentable, la mayoría de la gente tiene ese tabú de que: como me voy a poner algo que era de alguien más. Pero obviamente si sabes cómo tratar las prendas y cómo lavarlas y darle el proceso indicado de antes ponerte la prenda pues no hay ningún problema en utilizar prendas de segunda mano”, dijo Aguilar.

En los últimos años, las aplicaciones y sitios web de moda de segunda mano, como Poshmark y ThredUp, han ganado popularidad. Además, puede buscar en su vecindario tiendas de consignación. Muchos de estos establecimientos, tienen estándares estrictos para lo que venden, por lo que no se siente como si estuviera comprando algo usado.

Evelyn, comparte estos consejos para no caer en el denominado “fast fashion”:

  • No sigas a “influencers” y minoristas en las redes sociales, esto eliminará la tentación de presionar el botón de “comprar”.
  • Conoce tu tipo de cuerpo y el estilo que te queda bien, así comprarás artículos en los que te sientas bien al usar una y otra vez. 
  • Invierte en piezas básicas pero esenciales que funcionen durante todas las estaciones.

Algo también muy importante es fijarse en la etiqueta de la prenda para conocer su material.

“Prendas que digan que son 100% algodón, es algo bueno, porque si el material es natural eso significa que es de buena calidad y va a ser bueno para comprarlo”, expresó Aguilar.

Las telas como algodón, lana, sedas o lino son materiales naturales sustentables que no dejan un efecto negativo en el planeta. Mientras que el poliéster, un material sintético del petróleo podría tardar hasta 200 años en descomponerse y representa un peligro para los ecosistemas marinos según los CDB.

¿Cómo solucionamos el problema del denominado “fast fashion”?

“Tendríamos que crear conciencia de no comprarla, pero realmente es difícil, otra de las posibilidades es que se legisle en contra de usarla”, aseguró, Crevoshay.

Comprar ropa de segunda mano no solo es bueno para el planeta, sino también para tu presupuesto; Últimamente más personas han recurrido a esta opción a medida que continúa la inflación.

Contáctanos