El siguiente contenido ha sido creado en colaboración con Palomar Health. Este contenido no representa las opiniones del equipo editorial de Telemundo San Diego. Haz clic aquí para conocer más sobre Palomar Health.
Monitorear la salud de tus hijos puede ser abrumador e intimidante. Quizá no sepas por dónde empezar o qué buscar en términos de hitos en su desarrollo o posibles síntomas. Quizá no sepas cómo alimentarlos con comidas nutritivas y balanceadas. Y para hacer las cosas aún peor, todos parecen tener una opinión sobre todo lo que haces y es difícil evitar googlear cada nueva pregunta que tengas.
Para ayudarte a manejar tu vida como padre, hemos preparado una guía general con puntos clave sobre la atención pediátrica en diferentes etapas en la vida de tus hijos, desde antes de nacer hasta su niñez.
Dentro y fuera del vientre
El cuidado infantil comienza incluso antes de que tu bebé nazca e incluye la primera etapa clave en su desarrollo. El cuidado prenatal no sólo es crucial para minimizar complicaciones durante el embarazo y parto, sino que también se encarga de encontrar posibles condiciones que puedan afectar a tu hijo a largo plazo. Esto quiere decir que debes asistir a todas tus citas médicas (por algo las agendan: ¡son importantes!), tomar vitaminas y asegurar que estés al días con tus vacunas. La atención prenatal temprana y completa es esencial, sin importar si el embarazo es de alto o bajo riesgo.
Durante el embarazo, la mujer es examinada para detectar posibles complicaciones. Espera análisis de sangre y orina, ultrasonografías y pruebas de oxígeno a lo largo de tu embarazo. Estate también pendiente a nuevos síntomas y avísale enseguida a tu doctor si notas o sientes algo fuera de lo normal.
Con la llega del bebé, comienza tu papel de padre. E independientemente de que seas padre primerizo o ya tengas experiencia en este ámbito, cada bebé trae su propia personalidad y desafíos. Y aunque las primeras semanas de su vida definitivamente son emocionantes, también es normal sentir miedo y tener dudas. Cuidar de un recién nacido no es una tarea simple, pero existen algunos puntos a tener en cuenta para asegurar el bienestar de tu hijo, por ejemplo:
- Los bebés no regulan su temperatura corporal hasta aproximadamente los 6 meses. Recuerda esto cuando los vistas, sobre todo en temperaturas extremadamente calientes o frías.
- Asegúrate de que el asiento para el auto esté instalado correctamente.
- Si estás lactando, necesitarás unas 300-400 calorías adicionales a diario. Y ya que estás perdiendo fluidos, asegúrate de tomar por lo menos ocho vasos de agua al día.
- Si tu bebé come de botellas (ya sean con leche materna o fórmula), no reuses leche que no terminaron, ya que las bacterias de su saliva la pueden contaminar.
Conociendo las enfermedades infantiles
Tu bebé va creciendo y, aunque la etapa de recién nacido ya haya pasado, tu trabajo está lejos de terminar. A medida que tus hijos crecen y empiezan la escuela o guardería, es más que probable que contraigan algún tipo de enfermedad infantil como el resfrío común o la faringitis.
No te asustes, es completamente normal. Los sistemas inmunológicos de los niños están subdesarrollados, haciéndolos más susceptibles a la enfermedad que los adultos. A medida que su cuerpos crean inmunidad contra las infecciones, estas enfermedades se vuelven menos communes. Mientras tanto, sin embargo, es importante que vacunes a tu hijo para brindarle la mejor defensa posible contra las enfermedades. Su pediatra te podrá ayudar a crear un plan de vacunación que se ajuste a las necesidades de tu hijo.
Sin embargo, es importante aceptar también que es casi inevitable que tu hijo contraiga un resfrío o piojos durante sus primeros años de escuela. Lo mejor que puedes hacer es enseñarle conceptos básicos de la higiene personal, como lavarse las manos, cubrirse la boca al toser o estornudar y quedarse en casa si sus síntomas empeoran.
El lado bueno es que prácticamente todas las enfermedades que tu hijo pueda contraer de la escuela desaparecen al cabo de unos días. Recuerda que aún así debes monitorear sus síntomas hasta que se resuelvan por completo. Si no lo hacen, asegúrate de pedir cita con su pediatra.
Crecer
Los niños crecen y se desarrollan en cuatro áreas principales: físico, cognitivo, lenguaje y social/emocional. Ya que puede ser difícil estar al tanto de todos los hitos de desarrollo en cada categoría en diferentes edades, existen listas que puedes usar para supervisar el progreso de tu hijo y saber qué es lo que viene después.
Recuerda que, aunque existen diferentes áreas de desarrollo, todas están conectadas y se desarrollan entre sí. Por ejemplo, una vez un niño aprende aprende a hablar, puede expresar sus sentimientos y emociones con más facilidad y libertad. Si se atrasa con un hito de desarrollo, probablemente cause un efecto dominó en otras áreas.
Recuerda que como padre, juegas un papel fundamental en el desarrollo de tu hijo. Asegúrate de ser el apoyo, amor y aprobación que necesita mientras maneja estas nuevas etapas de la vida y madura.
Mantenerse saludable
La buena nutrición es importante a cualquier edad, y empieza en el vientre materno. Los deficits alimentarios durante el embarazo pueden retrasar el creciemiento fetal y llevar a un pobre desarrollo cerebral. Los niños bien alimentados, por el otro lado, tienden a combatir infecciones con más facilidad y han demostrado ser más saludables y felices.
Cada niño es diferente, por lo que la nutrición puede ser muy subjetiva. Sin embargo, existen prácticas generales que no fallan al decidir cómo alimentar a tus hijos, las cuales incluyen:
- Llena la mitad de cualquier plato con frutas y verduras
- Elige fuentes saludables de proteína (magra, carnes, nueces y huevos)
- Reduce los granos y sirve en su lugar pan y cereal integral
Manejar la salud de tus hijos puede resultar intimidante, pero debes saber que siempre existe ayuda disponible. Los pediatras de Palomar Health están listos para ayudar a resolver cualquier duda que tengas respecto a la salud o el desarrollo de tu hijo. Haz clic aquí para conocer más sobre Palomar Health.
