El invierno sigue aquí y provoca su habitual variedad de síntomas como la tos, congestión nasal, fatiga y fiebre.
El COVID-19 encabeza las admisiones hospitalarias entre los virus respiratorios, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
Es un descenso en comparación con la semana anterior, en que eran 37 estados, dijeron los CDC.
Desde octubre ha habido al menos 16 millones de casos de enfermedades respiratorias, 180,000 hospitalizaciones y 11,000 muertes por influenza en lo que va de la temporada.
Los CDC dijeron que 47 niños han muerto a causa de la influenza.
Enero puede ser el peor mes para estas enfermedades. En un momento en que las tasas de vacunación son bajas, ¿qué puede hacer para protegerse de los virus respiratorios, incluida la influenza, el COVID-19 y el virus respiratorio sincicial (VRS)?
Lavarse las manos sigue siendo crucial para reducir la propagación de infecciones virales. Tómese su tiempo en el lavabo, se recomiendan 20 segundos.
Si se siente incómodo cantando “Feliz cumpleaños” dos veces mientras se frota con agua y jabón, cuente hasta 20 lentamente.
Utilice desinfectante para manos con 60% de alcohol cuando no tenga acceso a agua y jabón.
Además, use una mascarilla en áreas concurridas. Aumente la ventilación en su lugar de trabajo y en el hogar.
En Estados Unidos, sólo el 17% de quienes son elegibles han recibido la vacuna actualizada contra el COVID-19, la cual brinda una buena protección contra la variante JN.1, predominante en la actualidad.
No es demasiado tarde para arremangarse y mostrar el brazo. Al hacerlo, asegúrese de haber recibido su vacuna anual contra la influenza. Es recomendable que las personas de 60 años o más reciban la vacuna contra el VRS, que también se recomienda durante el embarazo para prevenir el VRS en los bebés.
Los niños pequeños parecen contraer todos los gérmenes que circulan por ahí. ¿Pueden sus padres evitar enfermarse?
En esta época del año, los niños están en espacios cerrados con otros niños y tocan los mismos juguetes y superficies, dijo Jennifer Sonney, de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Washington, en Seattle.
Algunos no han aprendido a taparse la boca al toser y simplemente no han estado expuestos a muchas enfermedades, por lo que su sistema inmunitario todavía está en desarrollo.
Es importante que se cuide a sí mismo si es padre o cuidador de niños pequeños, agregó Sonney, anterior presidenta de la Asociación Nacional de Practicantes de Enfermería Pediátrica.
“Sabemos que si a usted le falta sueño o está deshidratado o experimenta mucho estrés, eso puede comprometer su función inmunitaria”, explicó Sonney.
Tener hijos pequeños es muy exigente, “por lo que todos estos consejos deben interpretarse dentro del contexto de la realidad”, añadió. “A pesar de hacer todo bien, de todos modos los niños se resfriarán”.
Una nota especial si su bebé está enfermo: es una buena idea tener gotas de solución salina y un aspirador nasal infantil en casa. Se pueden utilizar para eliminar la mucosidad de las pequeñas fosas nasales.
Aplique "un par de gotas de solución salina en una fosa nasal y succiónela, y luego aplique en el otro lado”, dijo Sonney.
“Hacer eso antes de comer y dormir será de gran ayuda”.
Un kit casero para niños también podría incluir acetaminofén o ibuprofeno para la fiebre, pañuelos para la secreción nasal y botellas de agua o vasos con pajilla para mantenerlos hidratados.
Si se enferma, una prueba oportuna puede ayudar a determinar si tiene COVID-19 o influenza.
Es importante saber si necesita alguno de los medicamentos que pueden ayudar a prevenir enfermedades graves: Paxlovid para COVID-19 y Tamiflu para la influenza.
Si no tiene un kit de prueba en casa, busque un sitio de pruebas para tratamiento en una clínica de farmacia o en un centro de salud cercano.
También existe un programa gratuito de pruebas y tratamiento en el hogar para adultos que no tienen seguro o dependen del seguro médico del gobierno.