Días después del trágico evento que tomó la vida de su ser querido, y de la líder de turno, que además dejó heridos a dos de sus compañeros, empleados de Church’s Chicken en Otay Mesa comenzaron a limpiar el desorden que quedó dentro del restaurante mientras que seres queridos se prepararon para una vigilia justo afuera de sus puertas.
Maribel Ibáñez de 28 años, murió el miércoles cuando un cliente descontento abrió fuego contra los empleados detrás del mostrador del restaurante a sólo millas al norte del puerto de entrada de San Ysidro, dijo la policía de San Diego.
Múltiples disparos fueron emitidos contra los empleados, identificados por un miembro de la familia, Mario Rojas y Humberto Ruiz. Ruiz ya salió de alta del hospital.
Hasta el viernes por la noche, el sospechoso no se había detenido. La policía dijo que cree que el sospechoso huyó en dirección norte de Picador Boulevard en un vehículo sedán de color azul obscuro.
Mientras que la investigación continúa, seres queridos y compañeros de Ibáñez, celebraron su vida y la describieron como una persona feliz y una compañera servicial, y pidieron en sus oraciones por una pronta recuperación por el resto de los empleados afectados.
Ibáñez era una mujer recién casada quien tenía varios años trabajando como líder de turno en Church’s Chicken sobre Del Sol Boulevard, de acuerdo a su hermana, Gabriela Merino.
"La primera cosa que queremos es justicia", dijo Merino a NBC 7, este viernes. "Yo quiero justicia por los tres, mi hermana murió y los otros dos recibieron disparos".
La madre de Ibáñez fue una de las primeras en llegar al restaurante después del tiroteo. Ella llegó para saber donde estaba su hija, pero horas después la policía confirmó que su hija no sobrevivió a sus heridas.
"Tengo mucho dolor en mi corazón", dijo su madre en la vigilia. "No sé como lo voy a tomar, no sé como se va a ir".