El príncipe Harry, hijo menor del rey Charles III y de la fallecida princesa Diana, asistió a la ceremonia de coronación de su padre en la Abadía de Westminster en el Reino Unido.
A pesar de estar distanciado de la familia real británica y haberse apartado de la Casa Real, el duque de Sussex llegó al templo anglicano junto con sus primas, la princesas Beatriz y Eugenie.
El duque, que ha criticado duramente a su familia en su libro "En la sombra" ("Spare", en inglés), viajó desde Los Ángeles (Estados Unidos), donde reside con su familia, pero sin su esposa, Meghan Markle, ni sus dos hijos, los príncipes Archie y Lilibet.
Durante la ceremonia, el príncipe Harry y su hermano William no parecían haber intercambiado saludo ni miradas lo que aviva los rumores de que no se estarían ni hablando luego de la publicación del libro de Harry.
Ya en el Palacio de Buckingham, Harry fue el gran ausente en uno de los momentos más importantes del acto en el que su padre y la nueva reina Camila saludaron a la multitud desde el balcón, acompañados de su familia.
Aunque ha estado en el Ejército británico, Harry iba vestido de civil y portando únicamente unas condecoraciones en la solapa.