BOGOTÁ — Un inmueble valuado en $2.8 millones que habría pertenecido al capo del narcotráfico Pablo Escobar pasó a manos del Estado colombiano cuando están a punto de cumplirse 30 años de su muerte, informó el viernes la Fiscalía.
La casa confiscada en Medellín era utilizada como una especie de museo de Escobar en el que se exhibían fotografías del capo, un cartel que lo incluía entre los más buscados por la justicia por dirigir el Cártel de Medellín, una motocicleta, un auto, un muñeco a escala con su cara y una tienda de recuerdos en la que comercializaban camisetas, zapatos y gorras estampadas con la cara del llamado “El Patrón”.
La Fiscalía explicó en un comunicado que el inmueble habría sido adquirido por Escobar con dinero de las actividades del narcotráfico en las décadas de 1980 y 1990. Luego de su muerte en 1993, la casa fue puesta a nombre de testaferros.
“Las actividades de policía judicial dan cuenta que el predio es explotado comercialmente por Roberto de Jesús Escobar Gaviria, hermano del ex cabecilla narcotraficante, como un museo que era visitado por turistas”, indicó Liliana Patricia Donado, directora especializada de Extinción del Derecho de Dominio de la Fiscalía.
En la entrada de la casa museo, donde hay una foto ampliada de Escobar, la Fiscalía instaló un letrero que advierte que “este predio no volverá a tener ninguna relación con estructuras, ni rentas criminales”.
La Sociedad de Activos Especiales del Estado será la encargada de administrar el inmueble que fue objeto de extinción de dominio, una figura jurídica por la que el gobierno toma el control de pertenencias consideradas producto de actividades ilícitas.