CELAYA, México - Al menos 11 personas murieron y otras cinco quedaron heridas tras el ataque a un bar y un hotel en este municipio, del central estado de Guanajuato.
De acuerdo con los primeros reportes de medios nacionales, el violento ataque ocurrió alrededor de las 10.00 p.m. hora local, cuando un grupo de hombres armados y cubiertos con capuchas llegaron al lugar a bordo de dos camionetas.
Los alrededor de 15 atacantes sorprendieron a clientes y empleados del hotel Gala y al bar contiguo, donde dispararon en más de 50 ocasiones.
Antes de huir, los atacantes quemaron las fachadas de los dos negocios con bombas de fabricación casera.
INSTANTES DE TERROR
Algunas personas que estaban en el lugar y lograron ocultarse en las habitaciones del hotel relataron que el ataque fue breve y duró poco más de un minuto.
Personal de varias corporaciones policiales arribaron al sitio del ataque y trasladaron a los cinco heridos a un hospital.
Respecto a las personas que murieron, cuatro de ellas -dos hombres y dos mujeres- se encontraban en el hotel; y en el bar, fallecieron otras cinco mujeres y un hombre.
El décimo primer deceso ocurrió en el hospital, donde murió una mujer que recibía atención médica.
Hasta el momento, las autoridades no han revelado la identidad de las personas que murieron o quedaron heridas, ni han especificado las hipótesis sobre las causas del ataque.
VIOLENCIA INCESANTE
Elementos del ejército y la Guardia Nacional acudieron a la zona y resguardan algunas calles. Además, al sitio acudió el secretario de Seguridad Ciudadana de Celaya, Ignacio Rivera Peralta, quien ingresó al área delimitada junto con otros mandos policiales y agentes de investigación de la Fiscalía Regional.
Apenas la madrugada del lunes, muy cerca del sitio del ataque, las autoridades hallaron bolsas de plástico que contenían al menos tres cuerpos descuartizados.
Sobre los restos encontraron una cartulina con amenazas del crimen organizado.
Según autoridades, la zona ha registrado presencia de diversos grupos criminales, como el Cártel de Santa Rosa de Lima, que es una banda local dedicada, principalmente al robo de combustible o huachicoleo, como es conocido en México.
Pero tras la captura del líder de ese grupo, el Cártel Jalisco Nueva Generación reclamó el territorio y, a decir de las autoridades, eso ha detonado una violencia que no cesa.