MÉXICO - El presidente Andrés Manuel López Obrador reprochó este martes la violencia del movimiento feminista tras los altercados del lunes y señaló que en esas reivindicaciones hay infiltrados interesados en perjudicar al gobierno.
"El movimiento feminista merece todo nuestro respeto, pero no estoy de acuerdo con la violencia. Y además, tener cuidado con los infiltrados, porque hay mucha gente que está molesta en el país con los cambios que se están llevando a cabo", expresó el mandatario desde Palacio Nacional.
El lunes hubo en Ciudad de México una marcha feminista a favor del aborto en la que se registraron altercados y enfrentamientos con la policía, por lo que el mandatario fue cuestionado por la prensa.
"Recurren a la fuerza los que no tienen la razón. No creo en la fuerza bruta, soy pacifista. No tiene que haber violencia y entiendo que exista coraje y también dolor, pero no estoy de acuerdo con esa vía", insistió el presidente.
México registró el año pasado 34,608 homicidios dolosos y 1,012 feminicidios, los datos más elevados desde que hay registros, y cada día son asesinadas una media de 10 mujeres.
"Esto de una manifestación y tirar bombas puede ser muy espectacular, pero es por un tiempo. Hay que luchar toda la vida y cuesta más, es mucha la fatiga pero es mucho más efectivo para transformar, para conseguir la causa por la que se lucha", consideró.
López Obrador aseguró que su gobierno no va a caer "en provocaciones" porque es "pacifista" y "humanista", pero reiteró que "ha ido quedando claro que así como se está defendiendo una causa justa hay propósitos de otro tipo".
"Yo empecé a sentir algo extraño cuando empezaron manifestaciones y medios de comunicación alentando el movimiento feminista. Me llamó mucho la atención", indicó.
La alcaldesa de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, señaló el lunes a una alto mando de la empresa de facturas GINgroup, Beatriz Gasca, por financiar y apoyar la toma feminista del edificio de la Comisión Nacional de Derechos Humanos que esta semana cumplirá un mes.
López Obrador consideró que este tipo de actitudes, pese a que Gasca reiteró en redes que el apoyo era de manera personal, contribuyen a que se enrarezca "mucho el ambiente porque se mezclan demandas justas con intereses de grupos".
"Esto no significa estar en contra del movimiento feminista, es no aceptar la violencia de ningún tipo y no permitir la manipulación", zanjó.