MÉXICO - La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) anunció este jueves que suspenderá de manera paulatina actividades masivas a partir del 23 de marzo debido a la muy probable propagación del COVID-19 por el país, informaron autoridades de la institución.
En conferencia de prensa, Samuel Ponce de León Rosales, coordinador del Programa Universitario de Investigación en Salud de la máxima casa de estudios, dijo que "es el momento de tomar acciones" ante la pandemia de este nuevo virus.
Es por ello que a partir del 23 de marzo la UNAM decidió suspender actividades como seminarios, simposios, eventos y juntas grandes.
Además, también se cancelarán la mayoría de viajes internacionales a partir del 19 de marzo.
Del mismo modo, en caso de entrar al escenario 3 de contagio -cuando ya se cuentan los casos por miles y es difícil identificar el foco-, las clases presenciales se suspenderían y empezarían a impartirse en línea.
SE PROPAGARÁ ENTRE EL 20 Y EL 30 DE MARZO
La decisión fue tomada con base en un modelo matemático elaborado por el doctor Gustavo Cruz, del Instituto de Investigaciones Matemáticas Aplicadas y en Sistemas de la UNAM, el cual pronosticó en días pasados que el coronavirus comenzará a propagarse a más velocidad y se convertirá en brote infeccioso en México entre el 20 y el 30 de marzo, por lo que es necesario prepararse.
"Si fuera cierto lo que dice el modelo matemático y el día 28 aparece la transmisión comunitaria (casos sin ninguna explicación de su origen), debemos ser propositivos y prepararnos", aseveró el especialista.
Ponce de León explicó que ahora hay evidencia científica de que el distanciamiento social es efectivo para evitar más contagios y que, de haber tomado estas medidas en China tres semanas antes, el impacto se hubiera reducido en un 60%.
El doctor Malaquías López, integrante del departamento de salud de la Facultad de Química de la UNAM, indicó que, pese a que el gobierno mexicano actúa de manera correcta en esta situación, sería recomendable que pusiera especial atención en la frontera norte.
Esto debido a que en California hace más de 10 días que se reconoció la aparición de casos que no tienen un origen explicado, por lo que "podríamos creer que el virus cruzó la frontera y seguimos viviendo como si nada más tuviésemos casos confirmados".
La recomendación, dijo, no es que se hagan pruebas de forma indiscriminada ya que se estima que cada test cuesta unos $150, sino que se empiecen a tomar medidas preventivas como "si estuviéramos en un escenario más complicado".
Explicó que el modelo matemático está basado en el movimiento que han tenido los vuelos internacionales, pero si se mira cómo se ha comportado el virus en los diferentes países, podría ser que entre las 4 y las 6 semanas después de que aparece el primer caso empiecen a darse contagios locales.
Las autoridades sanitarias mexicanas tiene registrados 15 casos de COVID-19 en el país. Uno de los últimos enfermos tiene 43 años y procedía de España, con lo que hasta el momento todos los casos registrados en México son importados.