CIUDAD DE MÉXICO - La capital mexicana era el centro hegemónico de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido que fundó el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador desde esta ciudad considerada el centro político del país.
Desde 1997, primero el izquierdista Partido de la Revolución Democrática, también dirigido por López Obrador, y luego Morena, prácticamente gobernaron casi el toral de las 16 de las alcaldías, con excepción de alguna demarcación.
Pero este lunes, tras las elecciones del domingo, la Ciudad de México despertó con una nueva conformación que, imaginariamente, la parte en dos debido al avance de la Oposición, según datos del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), dados a conocer por el Instituto Electoral local.
La mitad de la capital mexicana quedaría gobernada por la coalición Morena-Partido del Trabajo y, la otra, por la alianza integrada por Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido Acción Nacional (PAN) y Partido Revolucionario Institucional (PRD).
PAN-PRI-PRD se llevó ocho de 16 alcaldías, mientras que Morena-PT alcanzarían siete triunfos y el PAN, en solitario, otra, según el PREP.
¿COBRO DE FACTURAS?
Un primer análisis de la derrota de Morena en Ciudad de México indica que gran parte de los habitantes de la capital más habitada del país pasó la factura ante varios problemas que no resuelven.
Pero lo que, según analistas, habría dado la puntilla para un voto masivo en contra fue el accidente en la Línea 12 del metro capitalino, que costó la vida a 26 personas y dejó lesionados en diversos grados a cerca de 100 más.
Un número indeterminado de habitantes de la ciudad consideran que tanto a las autoridades locales como a las federales les faltó sensibilidad para atender a las víctimas del colapso, pero también para señalar y proceder en contra de los responsables.
GUERRA SUCIA
Para la alcaldesa de la ciudad, Claudia Sheinbaum, y para el presidente López Obrador los responsables de la derrota electoral de Morena en Ciudad de México tienen otro rostro.
Para ambos, los responsables de esos resultados son la guerra sucia en su contra y los medios de comunicación, entre ellos The Economist, que recientemente publicó una durísima portada sobre López Obrador acompañada de un reportaje crítico.
Según López Obrador, quienes votaron por la Oposición y quedaron en la mitad que será gobernada por ella tienen el poder económico para leer ese medio.