TIJUANA- Con el paso de los días y la presencia de migrantes en la garita de San Ysidro, sectores de la economía de Tijuana han alzado la voz para que no suceda lo que ocurrió en la garita del Chaparral, que tuvo que ser cerrada ante la presencia de un campamento.
Locales aledaños a la garita peatonal de San Ysidro ya han pedido que se interceda por ellos ante los gobiernos, ya que dijeron, les está generando afectaciones.
“De hecho han estado llamando, buscando el apoyo de Cámara de Comercio para que de alguna manera solicite a las autoridades su intervención. Si bien es cierto, es muy necesario que a ellos de alguna manera les den el asilo político o humanitario, pero también es cierto que nosotros salimos afectados con esa situación”, dijo Julián Palombo, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO) en Tijuana.
Al respecto, el gobierno del estado informó que están analizando la situación con autoridades del Instituto Nacional de Migración (INAMI), pero por el momento siguen recomendando a los migrantes regresar a los albergues.
“Hoy en la mañana estábamos revisando la situación, hay buena comunicación con CBP y también tenemos albergues en los cuales se está recibiendo a las familias, muchos de ellos no quieren irse a los albergues porque perciben que quedándose ahí va a ser más rápida su situación migratoria”, indicó Marina del Pilar Ávila Olmeda, gobernadora de Baja California.
Lo que han visto los alienta a pensar en que les abrirán las puertas ya que según señalan los migrantes, alrededor de tres o cuatro familias ingresan diariamente para pedir asilo.
“Es mentira, es mentira de que en los albergues está mejor, no, tienen mucha gente y hasta en unas colchonetas muy delgaditas dormimos, preferimos mejor estar acá que puede que tengamos más oportunidad que estar esperando la cita”, mencionó Andrea.
Para otros el estar ahí representa un volado, entre lograr su anhelo o se retornados a sus lugares de origen, como el caso de Alejandro, quien dijo que “es un rifón, o nos deportan o nos quedamos, una de dos, pero ahí estamos, siempre con fe en Dios que podamos pasar y se nos cumpla el sueño de nosotros”.
La gobernadora adelantó que se reunirán con CBP para conocer el rumbo del tema, mientras tanto esperan que el número de personas en ese campamento no se siga elevando.
“Ser migrante no es un delito, ser migrante es el anhelo de encontrar un mejor lugar para vivir, para ellos y sus familias. En ese sentido es que vamos a brindarles las alternativas y apoyos necesarios, los espacios que se requieran en lo que se define su situación migratoria”, apuntó la funcionaria.