CIUDAD DE MÉXICO - El caos y la desesperación se han apoderado de cientos de haitianos que luego de cruzar México intentan llegar a Estados Unidos.
Pero mientras eso ocurre en el norte, a más de 1,000 millas, en Ciudad de México, las filas parecen interminables.
Son hombres mujeres y niños originarios de esa isla del Caribe quienes cambiaron su sueño de llegar a la nación estadounidense y ahora anhelan quedarse en la patria tricolor.
“Sí, yo quiero trabajar”, dice Delén Felipe, quien llegó a las oficinas de la Comisión de Ayuda a Refugiados con su esposo y sus hijos, y ahí expuso la enorme necesidad que tiene de que este país les dé asilo.
"Para que me ayuden porque nosotros no tenemos documentos, estoy buscando trabajo, yo tengo 8 hijos, estamos pasando un mal momento, allá no hay presidente en Haití, yo ahí con 8 hijos no tengo trabajo, no tengo nada", dice Delén Felipe.
Con la razón de su ser en los brazos, Fritzio Misilien también se formó durante horas, porque dice que ya es imposible vivir en Haití, pero no quiere arriesgarse a seguir hacia la frontera.
"Ahora uno está buscando dónde corresponde la vida", dice Misilien.
Mentras los trámites se resuelven, los solicitantes deambulan en la ciudad, buscando quién les dé empleo, pidiendo dinero, comiendo de la caridad de otros y durmiendo en cualquier parte.
El canciller mexicano Marcelo Ebrard aseguró que poco mas del 15% de los haitianos que han arribado a este territorio están solicitando permanecer aquí y, al igual que les han dicho a los que deciden seguir su camino, el gobierno está dispuesto a acogerlos.
"México no tiene inconveniente en que puedan estar en nuestro país, siempre y cuando respeten las leyes de México", afirmó Ebrard.
En tanto, la línea para entrar a las oficinas y pedir el refugio se repite en muchas partes del país impulsada por la ilusión de encontrar aquí un mejor mañana.