Voluntarios de varias asociaciones llegaron a repartir alimentos durante el fin de semana antes que fueran desalojados por las autoridades fronterizas.
NOTA DEL EDITOR: Para ver lo último de la situación del campamento migrante en la frontera entre San Diego y Tijuana ve aquí.
SAN DIEGO - Este domingo, asociaciones civiles llegaron hasta la parte alta del muro fronterizo en el fraccionamiento Mirador, donde cientos de hombres solos esperan ser procesados, para entregar alimentos y resistir estos días difíciles.
William, migrante de Colombia dijo a Telemundo 20 que fueron separados del otro campamento que se ubica en terreno federal estadounidense sobre la avenida internacional, donde hasta esta mañana aún permanecían familias esperando por las autoridades migratorias.
“Nos separaron por seguridad de las mujeres. El proceso está lento, pero que están trabajando, llevamos cinco días”, dijo William.
Y es que llegar hasta ese punto no es tarea fácil. Una pendiente agreste, con ollas en mano, comida caliente y sobre todo voluntad por ayudar. Los integrantes de las asociaciones civiles sortearon los obstáculos del sendero para llegar hasta donde migrantes como William esperaban con ansias el alimento.
“Aquí hay muchos hombres separados de los demás núcleos sus núcleos familiares y hemos venido apoyarlos con alimento. Sí es difícil pero el esfuerzo es en beneficio de las personas que están aquí en espera hay mucha precariedad están entre los muros y están en un limbo total”, mencionó Irving Mondragón, de la asociación de migrantes “Casa de luz”.
Durante estos días, han tenido que comprar comida a precios elevados, pues por la lejanía y difícil acceso, hay quienes lucran con su necesidad, vendiendo rebanadas de pizza hasta en siete dólares. Por lo que fundaciones como “Yo sí soy periodista” también se unieron a la causa social en apoyo de la comunidad migrante.
México
“La mayoría de nosotros no nos podemos desvincular y por eso es que estamos haciendo un pequeño esfuerzo y por supuesto tratando de hacer conciencia de que no son momentos de abusar de personas en esta condición, que habla muy mal de una sociedad que viene y le venden a sobreprecio y en dólar”, destacó Sonia de Anda de la Fundación “Yo sí soy periodista”.
