SAN DIEGO, California - Después de días de incertidumbre, una mujer de Tijuana dijo que se le concedió el martes el permiso humanitario para despedirse de su hija, que ha sido mantenida con respiración asistida en un hospital de San Diego mientras la familia trabajaba para conseguir que su madre cruzara la frontera.
Avigail Silva, de 17 años, nació con parálisis cerebral. Su padre, Alejandro Silva, dijo que cada vez que la veía le decía que tenía un corazón puro porque nunca se enfadaba con nadie.
Avigail, quien es incapaz de hablar, estaba en una silla de ruedas en la casa de su madre en Tijuana el jueves por la tarde, cuando, según su familia, se cayó por las escaleras.
Los paramédicos que acudieron al domicilio dijeron a la madre de Avigail, Carmen Villalobos, y a su padre, que la adolescente se encontraba bien. Aunque los médicos de un servicio de urgencias de Tijuana dijeron lo mismo, según su padre, Avigail empezó a vomitar de forma incontrolable y él la llevó rápidamente a un hospital cercano a su casa, en Chula Vista, para obtener una segunda opinión.
Avigail fue trasladada al UC San Diego Medical Center, explicó su familia, donde se enteraron de que había sufrido una lesión cerebral a la que no sobreviviría. Según su padre, la conectaron a un respirador artificial y los médicos esperaron a que llegara Carmen para que pudiera despedirse de Avigail antes de que fuera desconectada.
Avigail nació en Estados Unidos, señaló su familia. Alejandro Silva dijo que es residente legal permanente. Carmen era indocumentada y fue deportada a México hace 10 años, informó la familia, y desde entonces tiene prohibida la entrada en Estados Unidos.
Durante los días siguientes a la caída de Avigail, Carmen no sabía si podría ver a su hija para despedirse de ella. Carmen dijo que quería tocar las manos y la cara de Avigail, para decirle que la quería y que era su vida.
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Carmen solicitó un permiso humanitario, que es el proceso por el cual las personas no elegibles para entrar en Estados Unidos pueden pedir ser admitidas temporalmente en el país por una necesidad humanitaria urgente. El médico de Avigail escribió una carta a Aduanas y Protección Fronteriza, solicitando que se permitiera a Carmen cruzar la frontera, señalando que "la muerte era inminente".
Carmen dijo que su petición fue concedida el martes por la tarde. Mientras ella corría al hospital, Alejandro permanecía junto a la cama de Avigail. Dijo que cada vez que miraba a su hija se le partía el corazón, y añadió que no quiere que nadie pase por lo mismo que él.
Poder despedirse juntos por última vez, dijo la pareja, era su única plegaria.
