SAN DIEGO - En una investigación con nuestra cadena hermana NBC7, TELEMUNDO 20 revela un secreto que se esconde a plena vista en algunos de los sitios de construcción en San Diego: el creciente problema del robo salarial y cómo nos afecta a todos.
Tan solo en el condado de San Diego, se estima que alrededor de 40,000 personas han sido víctimas de robo salarial, según la oficina del fiscal de distrito.
Uno de los empleos más afectados es el de la construcción.
“Es una industria donde se mueve demasiado dinero, y no es que eso sea negativo, lo malo es la manera en que ciertos contratistas operan para obtener cierto dinero”, dijo Javier Santizo, representante de la Unión de Carpinteros en San Diego.
Tres empleados fueron algunos de los pocos que aceptaron hablar con las cámaras de TELEMUNDO 20 sobre el problema. Sus rostros e identidades están siendo ocultas por miedo a represalias.
“O pagan en efectivo o roban a la gente o extorsionan a la gente en el aspecto de que sabes me tienes que dar o presión, o de que me tienes que dar dinero a ciertas hojas o pies lineales”, dice uno de ellos, a quien llamaremos Rubén.
En la mayoría de los casos, nos aseguraron que sus empleadores usaron tácticas ilícitas para no reportar las horas extras que laboraron, fueron extorsionados, no se les pagaron sus beneficios o simplemente les pagaron en efectivo.
“En una compañía de Drywall y lo que les pedían ahí es que cada semana les quitaban $100 o $50 o $75 a cada persona. A mí se me hace injusto de que una persona se está quebrando la espalda de 40 a 45 horas por semana para que nada más vengan y si quieres quedarte con tu trabajo tienes que pagarme algún tipo de dinero”, agregó Rubén.
La trata laboral, es la esclavitud moderna en la que se obliga a las personas a realizar trabajos o servicios utilizando la fuerza o amenazas, el fraude o la coerción. Los trabajadores nos dicen que el robo de salarios ocurre en la gran mayoría de los proyectos de construcción de San Diego. Lo describen de la siguiente manera:
Un contratista general a cargo de un proyecto contratará subcontratistas, luego esos subcontratistas utilizarán a los llamados “trabajadores laborales” quienes después se encargan de contratar a varias personas para hacer los trabajos de electricidad, plomería y paneles entre otros. Esos trabajadores laborales son los que deciden cómo pagarles a los empleados.
“Y entonces ellos tienen una manera donde se lavan la mano. Donde dicen: ‘sabes qué, yo soy el dueño de este proyecto’, sin embargo, el contratista general decidido hacer negocio con él, ve habla con el contratista entonces se echan la culpa del uno al otro”, dice Santizo, representante sindicalista.
“Sinceramente todas las compañías tienen su tipo de fraude, todas las que están por fuera, se aprovechan del trabajador”, asegura un segundo trabajador al que llamaremos Alfonso.
Cuando dice “por fuera” se refiere a las compañías que no están bajo el sindicato de los carpinteros. Su líder sindical local Javier Santizo, asegura que el robo salarial a menudo impacta más a la comunidad inmigrante.
“El coyote extorsiona al trabajador, le miente. Le pinta una escena en que él va a salir adelante. Sin embargo, no le dice ‘te voy a cruzar por el cerro. Y cuando tu llegues, no tienes a donde llegar y vas a vivir donde yo te digo. Ahora para tu vivir ahí me vas a pagar, ahora tienes que trabajar’. Entonces esa persona que es el segundo punto de contacto tiene a que compañías van a ir porque las compañías requieren esos trabajadores”, explica Santizo.
Y los empleadores o coyotes, según el representante sindical, se aprovechan de la situación vulnerable de los inmigrantes, amenazándolos con una deportación o explotándolos por la falta de documentos.
Santizo estima que un contratista irresponsable tiene en promedio de 25% a 35% de trabajadores indocumentados.
Según Summer Stephan, fiscal del distrito de San Diego, no hay diferencia entre trabajadores con documentos o indocumentados, y según la ley, el robo de salario es un fraude considerado un delito grave si sobrepasa el robo de más de $900 y tiene como consecuencia tres o más años en prisión.
“Los empleadores que engañan a sus empleados suelen cometer delitos de varios niveles. Cuando comenzamos a excavar, vemos que están cometiendo fraude de nómina de impuestos, o fraude de compensación de trabajadores y hasta violaciones de tráfico laboral”, dijo Stephan.
Se estima que en California más de $10 millones son robados de esta manera anualmente.
“Tiene un efecto dominó, dónde todos como comunidad somos víctimas de este crimen”, asegura Stephan.
A principios de este año, la fiscalía lanzó una "Unidad de Justicia en el Lugar de Trabajo" para investigar y procesar las denuncias de robo de salarios. Desde marzo, la unidad ha recibido 35 quejas, cinco de ellas de la industria de la construcción.
Para Rubén, este problema afecta principalmente las empresas que no están sindicalizadas: “Realmente todas las compañías que no son unión, que son fuera del sindicato es como trabajan, ese es el sistema principal que usan, ya sea efectivo, que extorsionen a la gente y que quieran que nos cansemos más de lo que es”.
“En la industria de la construcción es tan grave el problema que la cultura se ha expandido tanto, que ya no solo les afecta a los indocumentados, ahora también le afecta a la segunda generación, ciudadanos que tienen su derecho de trabajar legalmente aquí, pero ellos están forzados a entrar a una industria de construcción que ya es manipulada por un labor worker, el coyote”, dice Santizo.
El problema aquí, según la fiscalía es que no solamente le están robando al empleador, sino también al sistema de impuestos del país, el segundo tipo de robo más grande en el estado de California después del robo de seguro.
El condado está en proceso de crear una nueva Oficina de Normas y Cumplimiento Laborales, la cual ayudará a los trabajadores a navegar el proceso de presentación de quejas. La oficina también se asegurará de que el condado haga cumplir las leyes laborales estatales y locales.
“Cuando nos pagan en efectivo no podemos agarrar una línea de crédito, no podemos agarrar una casa, por ejemplo, yo ahorita me estoy tratando de cambiar y no puedo cambiarme porque mi crédito está bajo o no califico para X cosa”, dijo Rubén.
Los llaman trabajadores fantasmas, aunque tienen documentos para trabajar legalmente en el país, sus números de seguro social jamás son usados, por el contrario, se les paga por “debajo de la mesa”.
“Te afecta en la manera de que no puedo hacer mis impuestos y quiero sacar una casa y no tienes con que comprobar, ni que esta uno trabajando ni nada”, comparte a TELEMUNDO 20 un tercer trabajador.
“Cuando los contratistas irresponsables no pagan de acuerdo, nuestros primeros auxilios son afectados, nuestras calles, nuestras escuelas, nuestras cortes, los DMV, las autopistas. ¿Por qué? Porque los ingresos no están entrando a las comunidades”, agrega Santizo.
Y más allá de ese problema, está el que crea una demanda salarial, casi imposible de satisfacer.
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“Porque los empleadores honestos que pagan un salario justo están pagando todo legalmente requerido y tienen empleados en la nómina, pero no pueden competir para obtener los contratos”, agregó Stephan.
“¿Qué es lo que buscan para que de verdad haya un cambio verdadero?”
“Justicia, y siempre ha sido el lema, pero es tiempo de que seamos más fuertes, especialmente con los criminales, porque al fin y al cabo es un criminal. Si yo te robo a ti dinero de tu bolsillo, yo voy para la cárcel, entonces es tiempo de que esos contratistas que acostumbran a que se les robe a sus empleados también terminen en la cárcel”, puntualizó Santizo.
La legislatura estatal aprobó recientemente un proyecto de ley que fortalecerá las leyes de robo de salarios, al convertirlo en un delito grave. Esa ley ya fue firmada por el gobernador Gavin Newsom.
Si usted ha sido víctima de fraude salarial recuerde que no está solo. No necesita tener un estatus migratorio para reportarlo y buscar justicia. Puede comunicarse al 866-402-60-44. Recuerde que su identidad será confidencial.