La Junta de Supervisores del Condado de San Diego aprobó un contrato de arrendamiento que permitirá a American Airlines comenzar a realizar vuelos diarios desde el aeropuerto de Carlsbad, según se anunció el jueves.
El miércoles, los supervisores votaron por unanimidad a favor del contrato de arrendamiento de dos años en el aeropuerto McClellan-Palomar, uno de los ocho operados por el Departamento de Obras Públicas del condado.
El contrato de arrendamiento permitirá a American Airlines operar un avión a reacción Embraer 175 de dos motores con la primera salida a partir de las 6:15 a. m. hacia el aeropuerto Phoenix Sky Harbor.
Jamie Abbott, director de aeropuertos del condado, dijo que reanudar los vuelos comerciales significará posiblemente 150 puestos de trabajo adicionales.
Abbott dijo a los supervisores durante una presentación que el funcionamiento del aeropuerto cuesta 7 millones de dólares anuales, lo que sustenta 2.600 puestos de trabajo y genera 420 millones de dólares en actividad industrial y 72 millones de dólares en ingresos fiscales.
"Reanudar el servicio comercial reforzará el impacto económico para la región y ayudará a asegurar un compromiso financiero continuo y crítico de la (Administración Federal de Aviación)", dijo.
Abbott dijo que permitir que American Airlines comience a volar en Carlsbad le daría a la gente otra opción, en lugar de viajar diariamente al Aeropuerto Internacional de San Diego o aeropuertos en otros condados, como Los Ángeles. El Comité Asesor del Aeropuerto de Palomar también recomendó la aprobación, agregó.
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United Express suspendió los vuelos en el aeropuerto en 2015 después de 20 años de servicio, dijo Abbott.
Abbott dijo a los supervisores que el condado está obligado por ley a negociar de buena fe con los proveedores de servicios que deseen alquilar espacio, o corre el riesgo de perder futuras subvenciones de la FAA o posiblemente tener que reembolsar subvenciones anteriores.
El personal del condado recomienda una exención de la tarifa del primer año de $351,428, lo que reduciría los ingresos a $255,250, según la información en la agenda de la reunión. En el segundo año, el condado recibirá $606,678 en ingresos.
Abbott dijo que el condado tomará medidas para aliviar las preocupaciones por el ruido, incluida la instalación de monitores. Habrá agentes de policía armados en el lugar durante los horarios de salida de los vuelos, como lo exige la Administración de Seguridad del Transporte federal.
Durante un período de comentarios públicos, los partidarios promocionaron los beneficios de que American Airlines tenga vuelos desde el aeropuerto de Carlsbad, que se inauguró por primera vez en 1959.
Olivier Brackett, ex gerente de McClellan-Palomar, dijo que casi todos los días el personal recibía llamadas de residentes locales que preguntaban por el servicio comercial, lo que demostraba una gran necesidad y deseo. "Tuvimos que comprar un portabicicletas porque algunas personas iban en bicicleta con una mochila al aeropuerto para tomar un vuelo", dijo Brackett. "Nunca vimos eso venir".
Phyllis Trombi, del Consejo de Desarrollo de Gillespie Field, dijo que las personas cercanas oirán el despegue del avión durante menos de un minuto a 38 decibeles. Añadió que los ronquidos tienen un nivel de decibeles de entre 50 y 80, por ejemplo.
Un piloto de Carlsbad dijo que los que no están a favor "son la minoría ruidosa". "El servicio aéreo comercial disponible para todo el norte del condado es bueno para todos", añadió.
Los opositores citaron preocupaciones que van desde el ruido hasta la calidad del aire. Hope Nelson, de Citizens for a Friendly Airport, dijo que American Airlines se niega a cumplir con la reducción del ruido y no tiene obligación de evitar las rutas de vuelo sobre las viviendas.
Una mujer de Carlsbad dijo que los residentes que se oponen a los vuelos comerciales desde el aeropuerto fueron culpados de mudarse a la zona, pero "muchos de nosotros hemos vivido allí durante décadas y no deberíamos ser obligados a irnos por un grupo apático de no residentes y un aeropuerto mal gestionado, sumido en excesos y subvenciones que aceptaron".
Corinna Contreras, miembro del Consejo Municipal de Vista, dijo que el consejo aprobó una resolución que declara que "no está a favor de seguir adelante con estos vuelos comerciales".
Contreras dijo que ha visto un aumento en los vuelos que salen del aeropuerto, junto con muchos problemas ambientales que no se han solucionado.
La supervisora Terra Lawson dijo que estaba molesta por tener que aprobar el acuerdo, dados los términos."Siento que básicamente tenemos una pistola en la cabeza, pero la FAA está diciendo: 'Acepte este acuerdo o le quitaremos entre 5 y 150 millones de dólares de su dinero y lo demandaremos'", dijo Lawson-Remer, vicepresidenta de la junta.
El principio de la democracia "es que deberíamos tener el poder y la autoridad para tomar decisiones a nivel local sobre lo que es mejor para nuestra comunidad", agregó.
El supervisor Jim Desmond, un ex piloto de aerolínea, dijo que estaba contento de ver que el servicio comercial regresaba al condado norte.
Reconoció las preocupaciones por el ruido, pero dijo que el avión Embraer 175 es en realidad más silencioso que algunos de los aviones comerciales que vuelan desde Palomar-McClellan las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Desmond señaló que sería discriminatorio que el condado no aprobara el contrato de arrendamiento sin una razón válida de seguridad u otra razón válida.
"Ya tenemos una terminal, ya tenemos una zona de rampa, ya tenemos las instalaciones construidas para este tipo de servicio y no se están utilizando", dijo. "Realmente no hay motivos para que justifiquemos negarles el arrendamiento… y el programa voluntario de reducción de ruido, lamentablemente, es voluntario".
