Uno de los centros de migrantes temporales en San Diego podría cerrar.
SAN DIEGO- De no recibir el apoyo por parte del gobierno federal este centro que recibe cientos de migrantes al día podría desaparecer tan pronto como el próximo mes.
“El condado ha invertido $3 millones para que las personas no estén en la calle", dijo Nora Vargas, presidenta de la junta de supervisores del condado de San Diego.
Justamente en la calle es donde las autoridades temen podrían terminar los migrantes que pasan por San Diego para llegar a sus destinos en busca de asilo en el país.
Por esta razón la presidenta de la junta de supervisores del condado de San Diego, junto a miembros del congreso y miembros de la asamblea del estado, además de distintas organizaciones sin fines de lucro en apoyo a los migrantes ofrecieron un recorrido de este centro temporal.
“Este programa va a tener un fin a mediados de diciembre, entonces yo estoy preocupada, porque que vamos a hacer cuando ya no haya dinero”, agregó la supervisora.
Se sirven alrededor de 600 platillos de comida caliente al día, desayuno, comida y cena.
Además se brindan productos de higiene personal y se provee todo tipo de información en distintos idiomas. Desde ayuda para comprar un boleto de avión, hasta un espacio para cargar sus teléfonos móviles y lograr así reunificar familias.
Aunque no hay dormitorios y cierra sus puertas a las 7 p.m., se aseguran de que todos los migrantes sean canalizados y tengan un lugar seguro para alojamiento, e incluso ofrecen transporte a hoteles y a otros más al aeropuerto.
Aseguraron que el problema es que no se dan a basto.
“Desde 500 personas ya, hasta 700 personas, han habido más de 30,000 personas desde septiembre que han estado pasando por aquí por San Diego”, dijo Vargas.
La mayoría, el 70% de los migrantes que llegan a este centro son hombres que viajan solos.
Los más vulnerables, como por ejemplo, mujeres con menores de edad, mujeres embarazadas, personas de la tercera edad, quienes tengan problemas de salud y miembros de la comunidad LGBTQ son reubicados a organizaciones como Caridades Católicas y Jewish Family Services.
“La necesidad es muy alta, mucha gente ha venido pidiendo asilo, más de lo que pensamos y por eso tenemos problemas con el dinero y por eso tenemos que ver cómo podemos ajustarlo para que esta gente tenga oportunidades”, dijo Juan Vargas, congresista federal del distrito 52.
Un dato importante es que quienes manejan este centro nos dicen que últimamente han visto mayormente a migrantes originarios de países como China, el Congo y Guinea.
