San Ysidro

“Sabía que me había electrocutado, pero no sabía que tanto”: Joven pierde parte de su brazo pero sobrevive tras prenderse en llamas por accidente eléctrico

El joven explicó que el accidente ocurrió cuando estaba bajando del techo del hogar de sus padres.

Telemundo

SAN YSIDRO- Un joven que recibió quemaduras de tercer grado en casi el 40% de su cuerpo, tras haberse electrocutado, lleva más de 20 cirugías y le amputaron parte de su brazo. Y aunque le esperan años duros de recuperación, él cuenta con los medicamentos que necesita, así como una fortaleza y una manera positiva de ver la vida que lo han ayudado a salir adelante.

TELEMUNDO 20 habló con la madre del joven hace cuatro meses cuando ocurrió el incidente, y ahora el joven pudo contar su experiencia y lo que lo motiva a seguir adelante.

“El brazo, aquí fue donde entró la electricidad”, dijo Christian Arreola, el joven que sobrevivió una electrocución.

“Me quemé el pecho y torso aquí de este lado”, agregó. “El pie derecho por ahí dicen salió la electricidad y tengo amputación de un dedo del pie derecho, tengo quemaduras”.

 Al electrocutarse en la casa de sus padres, la electricidad calcinó no solo su piel, sino cada órgano que encontró en su camino.

La familia esta agradecida porque su hijo está vivo.

“Los doctores dicen es impresionante como mi cuerpo fue regenerándose aun así de recibir una carga eléctrica de 13,000 kilowatts”, recalcó.

Arreola explicó que el accidente ocurrió cuando estaba bajando del techo del hogar de sus padres.

“Fui al techo a la hora de bajar, tienes que pasar por unos cables de luz que son de la calle, el piso estaba mojado, yo hice tierra y se formó un arco de electricidad pase por debajo y fue lo que me jalo a mí”, señaló.

Arreola mencionó que cuando iba en la ambulancia tras el accidente, él no se imaginaba la gravedad de su situación.

Sabía que me había electrocutado, pero no sabía que tanto

-joven de 23 años de San Ysidro.

Arreola fue transportado al hospital UCSD, en donde lo sometieron a una coma inducida antes de la cirugía, de la cual no sabían si saldría vivo y volvería a ver a sus padres, de quien se tuvo que despedir.

“Y les dije aquí estoy le estoy echando muchas ganas, de esta si salgo, no se preocupen, no los quiero ver llorar”, expresó.

Y ese positivismo, ha mantenido al joven de 23 años con vida desde el día de su accidente, a pesar de haber estado en el hospital más de 2 meses y pasado por 20 cirugías.

“Digo pues ya, ya paso sobreviví, ya estoy aquí no”, expresó.

Cada paso que da este joven lo considera un milagro, y no se olvida de lo duro que fueron esos días y noches, por lo que decidió ser voluntario en el hospital y darle fe a quienes como el vieron la muerte cara a cara.

“Voy con muchachos en situaciones similares a las mías con quemaduras”, contó. “Sabes que yo hago esto, tú vas a poder hacer esto”.

Y cuando le preguntamos al joven de donde saca las ganas para seguir luchando dijo “El amor de mi familia, papás, hermano”.

“Eso me ayudo a salir adelante y querer echarle ganas, volver a estudiar estar aquí afuera”, agregó.

El joven está en espera de poder adquirir una prótesis para su brazo la cual tiene un costo de $50,000, pero dijo que nada lo detendrá el cumplir sus sueños de ser maestro de español por lo que planea regresar a la Universidad Estatal de San Diego en otoño.

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