SAN DIEGO- Luego de la reunión sostenida por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se tuvieron reacciones en Tijuana tras los temas puestos sobre la mesa en este encuentro presidencial en Washington.
De acuerdo con el investigador del Colegio de la Frontera Norte, COLEF, Andrés Sumano, esta fue una visita más de cortesía, para acercar a los dos gobiernos.
“Una reunión más protocolaria que otra cosa, no se esperaban grandes acuerdos de la reunión y así fue”, dijo Sumano a TELEMUNDO 20.
El investigador afirmó que este encuentro bilateral no se aprovechó de la mejor manera.
“Si bien el presidente Biden saca dos temas que evidentemente les preocupan a ellos, que es el tema del fentanilo y el tema del tráfico de migrantes, dos temas que se asocian de alguna manera al tema de seguridad, el presente mexicano no hizo eco de esto, por otro lado se dedicó a hablar cantidad de tiempo importante. Un monólogo como el que vemos en las mañaneras con poca utilidad”, enfatizó el investigador.
Durante esta reunión en la Casa Blanca, Biden destacó los operativos, detenciones e infraestructura en la frontera para evitar el tráfico de drogas como el fentanilo y cruces ilegales que han cobrado la vida de migrantes como en el caso reciente de Texas.
Mientras que el presidente de México puso sobre la mesa el tema migratorio como uno de los ejes centrales.
Sin embargo para activistas como Albert Rivera, pastor del albergue Ágape en Tijuana, el mensaje se quedó corto.
“Tratar los temas de importancia que viene hacer la inseguridad que existe hacia los inmigrantes se enfocaron especialmente en que la gente está migrando porque somos pobres y no hay tanto dinero. La mayoría de los que están huyendo vienen por falta de seguridad en su propio país de origen”, dijo Rivera.
El presidente de México planteó a Biden una regulación del flujo migratorio mexicano y centroamericano con una mayor cantidad de visas temporales de trabajo para asegurar que la economía no se paralice por falta de mano de obra.
Y dando oportunidades a migrantes trabajadores como Pablo Bautista, quien se especializa en electricidad, plomería, herrería y una creciente lista de oficios.
El originario de Michoacán, desplazado con su familia por la violencia, se encuentra en espera de una visa de trabajo desde hace tres meses apoyando, como muchos otros migrantes, en la edificación de este albergue en Tijuana.
“Que nos den la oportunidad de tener una visa para trabajar allá en Estados Unidos y darle un mejor beneficio a nuestras familias. Ojalá nos den una oportunidad ahora que se reúnen los presidentes”, señaló Bautista.
Sin embargo, hay otros como Amanda Ortiza, migrante michoacana, que sus citas para acceder a una visa de trabajo fueron canceladas pero aun así no pierden la esperanza de obtenerla.
“Nosotros nos quedamos con la espera de qué posiblemente íbamos a trabajar pero resulta que al último siempre no, se canceló y todos nos quedamos con la esperanza de qué íbamos ingresar a trabajar y tener esa oportunidad de obtener una visa pero no se pudo. Tengo la esperanza de qué si de qué haya una oportunidad para nosotros como migrantes”, recalcó Ortiz.
En un albergue en Tijuana donde 15 migrantes se quedaron en espera de acceder a la visa de trabajo, una vía que según activistas, disminuirá el riesgo que viven las persona en tránsito.
“Así va a haber menos muertes de migrantes, menos secuestro de migrantes, trata de personas y que secuestran a los inmigrantes para que estén cultivando los campos de los traficantes de droga”, puntualizó Rivera.