SAN DIEGO - Si se notificó a 90,000 maestros y otros empleados escolares en el condado de San Diego que eran elegibles para las vacunas COVID-19, ¿por qué solo 23,000 se inscribieron para recibir las vacunas?
Esa es la pregunta que se hacen los funcionarios de educación, y las respuestas no son fáciles de precisar.
La Asociación de Beneficios para Empleados Voluntarios, o VEBA, es la agencia encargada de asegurarse de que todas las personas en el sector de la educación que quieran una vacuna contra el coronavirus reciban una. VEBA notificó a los empleados de educación que cursan los grados K-12 hace un par de semanas que podrían registrarse, pero menos del 30% han respondido.
“Sabemos con certeza que las personas acudían a sus proveedores médicos”, dijo Laura Josh de VEBA, quien agregó que los educadores también iban a las farmacias locales para obtener sus vacunas. "Entonces, cuando ve el número de vacunas VEBA, esas son las personas que han pasado por nuestro portal real, pero no tenemos visibilidad ni informes consolidados para las personas que han pasado por los canales".
Martha García, que enseña jardín de infantes de transición en la escuela primaria Las Palmas en National City, reconoció que fue a una clínica local después de enterarse de que podía elegir qué vacuna quería, mientras que al ir a un sitio designado por VEBA, ella tendrían que recibir cualquier vacuna que estuvieran ofreciendo.
García dijo que ella y su esposo querían la vacuna Moderna, por lo que no se registraron a través del sitio VEBA.
García dijo que los maestros están "listos y dispuestos" para recibir la vacuna, y dudaba que las cifras publicadas por VEBA fueran un fiel reflejo de cuántos maestros se vacunaron.
Local
"No existe una forma precisa de rastrear si un trabajador de educación K-12 ha sido vacunado con otro proveedor", dijo Bob Mueller, quien tiene la tarea de manejar la respuesta COVID-19 de la Oficina de Educación del Condado de San Diego.
Mueller dijo que es posible que algunos educadores no quieran la vacuna, pero su principal preocupación es asegurarse de que todos los trabajadores de la educación que quieran una puedan tenerla.
El condado de San Diego reservó miles de dosis para los educadores, pero si las vacunas no se usan, dijo un representante del condado, se redistribuirán a quienes califiquen para ellas.
