SAN DIEGO.- A pesar de que a muchos inmigrantes apenas les alcanza el salario, hacen lo imposible para pagar su renta y no quedarse sin un techo, más aún así, pueden llegar a ser víctimas de arrendadores abusivos, quienes los obligan a vivir una completa pesadilla.
TELEMUNDO 20 habló en exclusiva con una mujer quien vivió lo inimaginable en su vivienda.
Y es que el no contar con estatus legal en el país, obliga a muchos como a María Lucila Rangel en City Heights, a vivir en condiciones inhumanas, y aguantar abusos por parte del arrendador.
Y ella contó que vivió abusos que por poco llevan a su muerte.
“Nuestra cama estaba aquí, pero todo el techo y paredes cayeron sobre nuestra cama”, dijo Rangel.
Se cayó madera, concreto, metal, junto con aguas negras que inundaron el hogar de Rangel.
“Ahí se ve todo el pipi, todo era pura agua de drenaje”, señaló.
Fue drenaje del departamento de arriba que se había reventado y cayó como lluvia a todas las pertenecías de Rangel.
“De la aseguranza me dijeron, el dueño va a cobrar una aseguranza al 100% porque esto ya no sirve sus cosas tiene que tirarlas a la basura”, señaló.
Y por dos semanas, Rangel y su pareja se fueron a un hotel, con la promesa de que el dueño reconstruiría su apartamento, ubicado en la cuadra 3775 de 50th Street en City Heights.
Pero lo que encontró al regresar, fue aún peor.
“Las paredes empezaron sudar chorros y es que las paredes empezaron a trasminar el excremento y el apeste”, dijo. “Dos meses duramos que nos levantábamos tres veces en la noche a vomitar, no podíamos con tanta a peste”.
Además de los malos olores, siguieron las amenazas de que se volviera a caer el techo, por lo que Rangel dijo que tuvo que colocar barrotes para sostenerlo.
“Estaban saliendo muchos ratones y nos brincaban en la cama, tarántulas y mucha cucaracha que volaba”, añadió.
Fueron condiciones inhumanas que empujaron a Rangel a dejar de pagar la renta, a pesar de nunca haber fallado, la cual le fue incrementada.
“Después de que no le quisimos pagar renta venía y se paraba ahí”, contó.
Entre acoso, pestilencias, cucarachas, ratas, y tarántulas era donde vivió Rangel. Y después el dueño la demandó.
Alyson Snow, su abogada dijo que no podía creer el caso.
“Era un asco”, señaló Snow. “Afectó a muchos y él no quiso hacer nada, sacó el dinero de la aseguranza y no lo reparó bien”.
Snow, dirige el nuevo programa del derecho de la vivienda en USD, creado específicamente para brindar servicios a inquilinos que, como Rangel, son víctimas de arrendadores corruptos quienes se aprovechan de la falta de estatus legal de sus inquilinos.
“No tienen que pagarle ese montón de dinero como $15,000”, dijo.
Y el propietario tendrá que reconstruir este apartamento, cómo se lo prometió a Rangel hace casi 2 años.
“Él pensó que iba a poder hacer con nosotros lo quería porque no estábamos legales y éramos pobres”, agregó Rangel.
Ella y su pareja, tienen que abandonar su departamento a finales de mes y aunque aún no encuentran un nuevo sitio, están contentos de que se haya hecho justicia.
AYUDA PARA EL ALQUILER EN SAN DIEGO PARA INMIGRANTES INDOCUMENTADOS
Este nuevo programa de las clínicas del derecho de la vivienda de USD está en busca de inquilinos indocumentados, que como Rangel pueden estar viviendo en condiciones inhumanas o enfrentan desalojo.
Y es que por fin hay ayuda para inquilinos que no cuentan con un estatus legal en el país. Bajo esta asistencia, la comunidad indocumentada puede evitar ser desalojados y ser víctimas de abuso y acoso por parte del arrendador.
“Ella tenía pruebas, sacó fotos, tomó video y tenía prueba de los pagos de la renta”, dijo Snow.
Por lo que la abogada explicó que se llegó a una resolución con el propietario de la vivienda y evitó que Rangel pagara una deuda que ascendía a los $15,000.
“Había mucha gente que iba a ‘Legal Aid Society’ de San Diego y no los podían ayudar porque no tienen documentos”, comentó Snow.
La abogada Snow, quien diseñó el programa aseguró que es el primero en su tipo en el condado de San Diego y que ayudará a miles como Rangel, que además de vivir en las sombras, viven en condiciones como las mencionadas.
“Tener casa saludable y limpia es un derecho humano”, agregó Snow.
Se trata de 12 clínicas legales de USD, en donde abogados ofrecen ayuda a inquilinos para responder a cartas de desalojo, ir a corte y buscar una nueva residencia.
“Ayudamos a la gente, para que sepan a donde pueden ir para asistencia en el depósito de seguridad”, dijo Snow.
También pueden ayudar con la renta y conseguir una casa.
Lo más importante es que cualquiera que sea su caso, ya sea malas condiciones como Rangel, o que enfrente desalojo, se debe documentar todo, esa es la mejor arma para ganarle al arrendador.
Para solicitar los servicios gratuitos de este programa, se puede llamar al (619) 260-7470.