Anna Conkey pasará 33 años en un hospital estatal tras declararse culpable de poner en peligro a un menor, portar un arma en una zona escolar y realizar amenazas.
SAN DIEGO - Una mujer que entró en un servicio religioso en Clairemont el domingo de Pascua hace dos años y hizo amenazas violentas mientras sostenía a su hijo pequeño mientras sostenía un arma descargada fue internada el jueves en un hospital estatal.
Anna Conkey se declaró culpable en junio de delitos graves y delitos menores que incluyen poner en peligro a un niño, hacer amenazas criminales y posesión de un arma de fuego en una zona escolar, y fue cometida el jueves por un período máximo de 33 años.
En una entrevista con SDPD, Conkey se describió a sí misma como una "vidente" que recibió instrucciones de Dios de lanzar un canal de YouTube en enero y que a menudo recibe mensajes de aliento de Dios, específicamente a través de la letra de una canción de Kanye West .
Los fiscales dijeron que Conkey, de 33 años, llamó al 911 y envió un correo electrónico a su antiguo empleador, NBC San Diego, y les dijo que una mujer con un arma iba a "volar los cimientos de la iglesia".
Conkey, una graduado de SDSU y ex especialista en comunicaciones en la Marina de los EE. UU., fue una ex becaria y productora digital independiente para nuestra cadena hermana NBC 7.
Aunque la amenaza de bomba resultó ser infundada, Conkey luego subió al escenario en el auditorio de Mt. Everest Academy mientras sostenía una pistola en su mano derecha y su hijo pequeño en su brazo izquierdo.
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Según el testimonio de la audiencia preliminar, Conkey les dijo a los feligreses que asistieron que ella era una mártir, diciendo: "Todos ustedes van a morir" y los instó a escuchar su mensaje con respecto a sus creencias religiosas.
Antes de que llegara la policía, los feligreses pudieron desarmarla y alejar a su bebé de ella, pero después de que entregaron la pistola a los oficiales, Conkey se lanzó hacia adelante, agarró el arma y corrió antes de ser atacada por los oficiales, según testigos.
Un video del servicio que se reprodujo durante la audiencia preliminar de Conkey mostró al pastor Benjamin Wisan voltearse para ver a Conkey detrás de él y preguntar: "¿Eso es un arma?"
Wisan testificó ante el tribunal que no estaba seguro de si era una pistola o una pistola paralizante, pero le dijo a la multitud que era una pistola paralizante para calmarlos y luego les indicó que abandonaran el edificio y oraran.
Varios de los feligreses testificaron que Conkey agitaba el arma y no apuntaba a ninguna persona específica, mientras que otros alegaron que apuntó con el arma a su bebé.
Sin embargo, todos los testigos expresaron que no creían que ella tuviera la intención de dispararle a nadie.
