SAN DIEGO - La familia Mayer se fue de vacaciones y recibió la llamada que todo viajero teme: su apartamento estaba en llamas.
"Todas nuestras cosas se quemaron en el fuego. Literalmente sólo tenemos la ropa que llevamos puesta", dijo Mike Mayer, padre de siete hijos.
El incendio del domingo en el barrio Néstor desplazó a un total de 12 personas, entre ellas una familia de nueve personas y otros tres adultos.
Entre los escombros había regalos de Navidad sin abrir para los siete niños de Mayer, cuyas edades oscilaban entre 1 mes y 12 años. La cuna del bebé fue uno de los pocos objetos rescatados y sacados del apartamento.
Mayer dice que no lamenta los regalos físicos, sino los recuerdos que la familia nunca pudo crear al abrirlos.
"La parte difícil es el tiempo que pasaste recibiendo los regalos: el tiempo que dedicaste, las sonrisas, las risas, la alegría", dijo Mayer. "Cuando volvamos, todo habrá desaparecido".
Los padres no tienen intención de llevar a sus hijos a la casa quemada.
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"No planeamos dejarles ver esto porque queremos buenos recuerdos de nuestro pasado. No quiero que vean toda nuestra vida quemada", dijo Mayer. "Es muy trágico tener la casa por la que trabajaste tan duro; conviertes una casa en un hogar y es difícil para cualquiera lidiar con esto".
Los niños, según su padre, tienen sabias palabras para compartir: "Responden: 'Está bien, papá. Al menos estamos todos juntos' o 'Está bien, papá. Estamos todos a salvo' o 'Vamos a superar esto."
El Departamento de Bomberos y Rescate de San Diego confirmó el martes que el incendio fue causado accidentalmente por un calentador.
