SAN DIEGO- El robo de identidad infantil puede ser una pesadilla para los padres de familia, por lo que expertos recomiendan congelar el crédito de los hijos.
Y es que toma cuatro horas más resolver los casos de robo de identidad en menores, a comparación del fraude de identidad que afecta a los adultos.
De acuerdo con un estudio realizado recientemente por el Centro de Investigación y Estrategia Javelin, se estima que la información personal de 1.6 millones de niños estuvo expuesta en una violación de datos. Y cerca de 1.3 millones resultaron afectados luego de que su información fuera utilizada para cometer fraude, entre el verano de 2020 y el verano de 2021.
La directora de dicho centro, Tracy Kitten, dijo que los números son mucho más elevados porque en ocasiones estos casos no se reportan, como cuando el estafador resulta ser un familiar, o una persona cercana a la familia, por ejemplo, y también por el hecho de que la mayoría de las víctimas no se dan cuenta de que su identidad fue robada, sino hasta años después.
Las familias gastan alrededor de $372 para resolver el problema al darse cuenta de que la identidad fue robada. Y a menudo se descubre cuando los menores cumplen entre 15 y 16 años y están en busca de empleo, o cuando solicitan para una beca universitaria.
Según los expertos, congelar el crédito de los hijos se puede hacer incluso desde el nacimiento o a cualquier edad, y no se necesita recurrir a un experto para el trámite, ya que uno mismo lo puede hacer de manera gratuita, comunicándose con el Buró de Crédito.
También, existen servicios de protección de identidad privados a diferentes costos, que se encargan de buscar cualquier tipo de actividad sospechosa en el historial de crédito del niño o actividad que utilice la información del menor para solicitar un préstamo. En estos servicios también buscarán tus datos en la web oscura para verificar que alguna información personal identificable que enlace al pequeño no esté a la venta, como la fecha de nacimiento, un número de seguro social, incluso una dirección de correo electrónico, junto con una contraseña.
En este tipo de operaciones además monitorearán las redes sociales, lo cual es de suma importancia, ya que dejar que los hijos tengan acceso a internet sin restricciones antes de los 13 años de edad los pone en mayor riesgo, ya que pueden compartir información personal.
La recomendación es hablar con los hijos sobre la información que comparten en las redes sociales.
Y por último, ten en cuenta que la mayoría de las veces, la identidad de un menor de edad es robada por algún familiar o personas muy cercanas a la familia, por lo que como adulto o padre de familia, se debe mantener la información personal de los pequeños segura.
