SAN DIEGO - Las autoridades del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) están llevando a cabo una evaluación de la salud de las familias en el sur de la bahía para que compartan sus preocupaciones sobre la contaminación de las aguas residuales a lo largo deL Tijuana River Valley
El CDC llegó a la región el jueves para comenzar la evaluación destinada a recopilar información sobre las necesidades que surgen debido a la preocupación por la contaminación tóxica del aire en el sur de la Bahía derivada del desbordamiento de aguas residuales en el Tijuana River Valley.
Durante las últimas semanas, se esperaba que más de 6.000 hogares recibieran folletos en los que se les informaba de la Evaluación Comunitaria para la Respuesta a Emergencias de Salud Pública, o CASPER. Los voluntarios que llevaban chalecos reflectantes empezarían a distribuir los folletos puerta por puerta el 3 de octubre.
Posteriormente llegarán los CDC para continuar la evaluación. El equipo irá puerta por puerta para entrevistar a las familias sobre lo que están experimentando al vivir cerca de un depósito de aguas residuales tóxicas que se ha sabido que se aerosolizan.
Ángel Aguilar, residente en Néstor, dijo que ya era hora.
"Es algo que debería haberse hecho hace mucho tiempo", dijo Aguilar. "A estas alturas, que se haga, eso es lo que esperamos".
El Condado de San Diego dijo que más de 200 hogares serán seleccionados para ser entrevistados por los CDC. Las respuestas serán analizadas y utilizadas por los funcionarios de salud pública para tomar decisiones sobre las acciones de salud a tomar, qué recursos son necesarios y más.
Local
La evaluación es un análisis puntual de las condiciones en el sur de la Bahía, pero los funcionarios de Salud Pública del Condado de San Diego han monitoreado los efectos sobre la salud durante todo el año desde que se notificó en septiembre de 2023 de un posible aumento de las enfermedades gastrointestinales en el sur de la Bahía. Esos datos se publican en un informe semanal que rastrea el número de síntomas gastrointestinales y de asma o EPOC en los residentes de la región sur, señaló el condado.
El condado afirma que no se han registrado aumentos significativos de las enfermedades gastrointestinales desde que empezaron los controles. El condado también dice que los productos químicos tóxicos en el aire no están en niveles inseguros, a pesar de los aumentos en el olor y algunas pruebas realizadas por científicos que encontraron altos niveles de sulfuro de hidrógeno y cianuro de hidrógeno en la zona de la cuenca.
La Junta de Supervisores del condado declaró el estado de emergencia en mayo de 2024, el cual sigue vigente para ayudar a hacer frente a los efectos de la actual crisis de contaminación por aguas residuales. Mientras tanto, los líderes locales siguen presionando para obtener recursos estatales y federales para abordar un problema binacional que se remonta a años atrás.
Años de problemas de infraestructura en las plantas de tratamiento de aguas residuales en el lado mexicano de la frontera han provocado un aumento de los flujos de aguas residuales que cruzan a EE.UU., que es más de lo que puede manejar la Planta Internacional de Tratamiento de Aguas Residuales en el lado estadounidense.
