SAN DIEGO - Un joven de San Ysidro, se debate entre la vida y la muerte tras haber sido víctima de un espantoso accidente.
Los padres de Christian Arreola dicen que es un milagro que él esté vivo, tras haber sufrido quemaduras de tercer grado en más de la mitad de su cuerpo ahora está a punto que le amputen el brazo entero.
Su familia no pierde la fe de que estos obscuros días queden pronto atrás, “Es horrible, no puedo cerrar los ojos porque veo la misma imagen”, dice su madre Cristina Arreola, cuyo hijo sufrió un terrible accidente el 27 de marzo en su casa en Rosarito, Baja California.
“Acababan de poner concreto en el techo de su casa y el empezó a regar el concreto”, dice su amiga Ashley Valdivia, quien agrega, “No se sabe si la electricidad lo jaló a él o el e agarro del cable y es el cable de la electricidad de toda la calle es un voltaje grande que entro a su cuerpo.”
Arreola recibió en su cuerpo un voltaje de 220 kilovoltios, causando se electrocutará y fue su madre quien vio a su hijo en llamas y arriesgando su propia vida jaló a su hijo del cinturón, “Estaba prendido su cuerpo, intente con mi mano quitarle todo eso, tenía los ojos blancos le salía espuma y sangre de su boca”.
Arreola, de 23 años, graduado de San Ysidro High School y a quien Valdivia describe como la chispa de la fiesta, había sufrido quemaduras de tercer grado en más de la mitad de su cuerpo por lo fue transportado al hospital de UC San Diego Hillcrest.
“Se salvo su cara gracias a Dios. Iban las llamas al cuello, cuando se lo quite con las manos, es horrible ver que se está incendiando tu hijo, es horrible, horrible, horrible,” dice esta madre desconsolada.
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El viernes, Arreola se someterá a su quinta operación para no tener que amputarle todo su brazo y que pueda utilizar una prótesis. Su familia abrió una cuenta de GoFundMe ya que los gastos en el hospital ya ascienden a cientos de miles de dólares.