SAN DIEGO- Los casos de coronavirus aumentan no solo en el condado sino en todo el país, y los empresarios como los dueños de restaurantes continúan pidiendo se les permita operar en el interior de sus comercios ya que dicen, no hay peligro, lo que sí catalogan como peligroso es perder su negocio.
Hoy en día, a donde volteemos podemos ver algún restaurante vacío en San Diego. Hoy muchos pequeños empresarios ven como el negocio de sus sueños se está viniendo abajo, y en el ambiente para algunos de ellos hay más preocupación que coronavirus.
“Nos ha afectado mucho porque uno depende de las propinas y pues no hay clientes ni trabajo", dice Carlos Mireles, mesero en el restaurante Casa Victoria en Chula Vista.
Y es que las restricciones impuestas bajo la fase purpura, que obliga a los restaurantes a solamente operar en el exterior ha puesto a meseros como Carlos en aprietos económicos, quien dice, “Me la he visto muy difícil para estar haciendo los pagos, trabajamos mi esposa y yo pero no alcanzamos a sacar dinero para los gastos".
Situación que ha puesto a Víctor y Rocío, dueños de Casa Victoria, no entre la espada y la pared sino entre adentro y afuera de la puerta de su establecimiento. "Duro, duro, duro, duro", así describe su situación, Rocío Hidalgo, dueña de Casa Victoria, tras abrir su local en el mes de Agosto en medio de la pandemia.
"Aquí nosotros tomamos todas las precauciones y todos los restaurantes hemos puesto de nuestra parte", dice Víctor.
Sin embargo, según Paul Schalch, otorrinolaringólogo, los lugares cerrados como restaurantes, con personas saliendo y entrando, es la perfecta invitación al coronavirus.
“Aunque estén sentados a distancia, que pase la gente caminando junta a la otra y la gente que está atendiendo es un hecho que el riesgo de contagio incrementa", dice Schalch.
Contagio que los pequeños empresario dicen, en su local no hay y les entristece ver que cuando empezaban a ver ganancias tuvieron que dejar de servir en sus mesas adentro e improvisar un comedor en su estacionamiento, algo que sus clientes no han recibido del todo bien dice Rocío.
“Los clientes nos dicen, no habrá manera que pongan unas tablitas, para que la pasadera sea algo más privado, las moscas, humo de carros, tierra".
De 125 comensales ahora solo pueden servir a 35, de 8 empleados ahora solo tienen 4 y de estar abiertos 12 horas ahora son menos de 10.
"Es una incertidumbre y a veces la he pensado y digo mejor me rindo", dice Víctor.
De acuerdo al departamento de salud del condado solo el 10% de los casos de coronavirus en San Diego provienen de restaurantes mientras que el 34% es de casas, tales como reuniones familiares.
