BAJA CALIFORNIA – Las autoridades ya tienen la orden de detención contra el presunto homicida de Brayan Efrén Cortes Domínguez, el niño de 13 años que murió tras una brutal golpiza de la que fue víctima cuando salió a jugar al parque en Baja California.
Según la fiscalía, Brayan Efrén murió tras recibir varios golpes con una roca y cinco heridas cortopunzantes, incluyendo un golpe en la cabeza cuando domingo el 25 de abril entre las 7:30 p.m. y las 9:25 p.m. Ese día había pedido permiso para salir a jugar al parque, pero nunca regresó a casa.
Las autoridades identificaron al sospechoso como Brandon Alexis “N”, quien presuntamente golpeó con sevicia al menor. El sospechoso enfrenta el cargo de homicidio calificado con ventaja.
Las autoridades dijeron que la causa de la muerte se debió a un traumatismo craneoencefálico severo.
La orden de aprehensión se emitió el mismo día que se le daba el último adiós al adolescente de 13 años que fue brutalmente asesinado a unos metros de su hogar.
“Lo mataron con una roca grandísima hasta cansarlo, le destrozaron su cabecita, su oreja, todo, todo”, dijo Laura Adayane, mamá de Brayan quien corrió detrás de su esposo al gritar que lo habían encontrado el pasado lunes. “Se ensañaron con él y me lo dejaron tirado ahí en el arroyo Huahuatay”.
Su familia abrió un reporte a la policía alrededor de la medianoche y el lunes fue encontrado en un arroyo de la ciudad de Playas de Rosarito con evidentes huellas de violencia en el rostro.
Los familiares despidieron al menor en al panteón en Playas de Rosarito con mariachi, cientos de flores y la tristeza que inundaba sus corazones.
“Ahora si que para traerlo aquí en el corazón y recordarlo siempre, nunca se nos va a olvidar”, dijo Gloria Domínguez, abuela de la víctima.
El recorrido desde la funeraria pasó por su hogar hasta el panteón en el Ejido Mazatlán.
Diana Benítez, tía abuela de Brayan dijo sobre lo ocurrido: “Nuestra sangre, nunca te vas a imaginar, un hijo, un primo, un sobrino, pudiera actuar así con esa saña en contra de un familiar”.
Con camisetas blancas que mostraban el mensaje “Tu partida fue inesperada pero tu recuerdo vivirá en nuestro corazón por siempre”, con el rostro de Brayan, decenas de personas le acompañaron por última vez.
“La pérdida fue irreparable no nos vamos a poder reponer de esto, de saber que no vamos a poder ver a ese niño sonriente, alegre, que nos llenaba de vida, su mamá es mi sobrina y créanme que desde ese momento que iniciábamos la búsqueda, no ha encontrado paz, ha sido lo peor que nos pudo haber pasado en nuestra familia”, dijo Benitez.
El cuerpo de Brayan fue sepultado junto al de su abuelo en el cementerio.
“Él no está muerto, sigue vivo, porque nunca va a morir para nosotros”.
Mientras tanto la Comisión Estatal de Derechos Humanos ante la muerte violenta de Brayan y por lo menos, siete menores más en Tijuana en lo que va del año, hicieron un llamado a las autoridades en el estado para realizar una análisis sobre el contexto de violencia contra los menores de edad y pidieron que se implementen acciones urgentes para solucionar el problema.