SAN DIEGO- Los contrabandistas de personas han adoptado tácticas de los carteles, prácticas que según las autoridades están poniendo aún más en peligro la vida de migrantes y los mismos agentes de la Patrulla Fronteriza.
Las áreas donde las temperaturas que en días sobrepasan los 100 grados, ya no son el único peligro a que se enfrentan migrantes al intentar cruzar de forma ilegal, según la Patrulla Fronteriza, ahora hasta podrían ser baleados por los mismos contrabandistas a quienes les pagaron para conseguir el sueño americano.
“Nosotros recibimos disparos dándole auxilio a ese niño”, dijo María Tavera, agente de la Patrulla Fronteriza.
Se trata de violencia, por parte de contrabandistas de humanos, que, de acuerdo a Tavera, desde hace 2 meses ocurre todos los días en la frontera entre San Diego y Tijuana.
“Ellos están armados con rifles”, señaló. “Tuvimos un incidente que encontramos a tres migrantes heridos de bala”.
La agente mencionó que el 18 de agosto se encontró con un grupo sospechoso de migrantes y que le dispararon a un agente.
En esta ocasión nadie resulto herido, pero, de acuerdo a Víctor Clark Alfaro, profesor de estudios latinoamericanos en la Universidad Estatal de San Diego (SDSU), esta violencia tiene que ver con una nueva generación de coyotes que han adaptado el modelo del crimen organizado dedicado al tráfico de drogas.
“Implica un perfil de un coyote más violento y armado, en el pasado los coyotes no estaban armados”, según el académico.
El trabajo era solo cruzar personas de forma ilegal por las montañas, más esta violencia es el resultado de la cuarta generación de coyotes, que, según Clark Alfaro, son más jóvenes.
“Incluso algunos están en la nómina de los carteles de las drogas incluyendo Tijuana”, dijo.
Según Clark Alfaro, los carteles además de tráfico de drogas, se dedican al secuestro y tráfico de personas.
“Están peleando por territorio”, agregó la agente de la Patrulla Fronteriza.
“Y al igual están asaltando a los migrantes les roban todo los que tienen, lo poco que tienen”, dijo.
Según Clark Alfaro, los narco-coyotes, existen en Baja California desde hace 4-5 años, y se debe a que los carteles han diversificado sus actividades económicas.
“Los carteles de las drogas son empresas ultra capitalistas, empresarios”, apuntó. “Hay políticos y tienen una visión empresarial del negocio”.
Y esta visión de los carteles, convirtió la zona fronteriza en una trampa de la muerte.
“El temor es que una persona o agente salga herido o muerto por ponerse en manos de estos contrabandistas, por eso les decimos no se arriesguen”, dijo la agente.
Además de estos peligros, la Patrulla Fronteriza desea que quienes piensen cruzar de forma ilegal, recuerdan que bajo el título 8, quienes sean detenidos serán sancionados y no podrán conseguir entrar a Estados Unidos de forma legal por 5 años.
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