SAN DIEGO – La posibilidad de una reforma migratoria podría estar cerca, esta misma semana el partido demócrata aseguró que si los republicanos se niegan a brindar su apoyo utilizaran un procedimiento parlamentario especial.
Pero mientras eso sucede, miles de migrantes continúan llegando a nuestra frontera con la esperanza de una mejor vida, pero su rostro es distinto ya que no estamos hablando del migrante común.
Estas personas viajan hasta 10,000 millas para poder llegar a la frontera entre México y California con la esperanza de una vida digna en suelo estadounidense, algunos lo logran, otros son detenidos y otros más mueren en su intento.
“Estamos viendo a personas de continentes como África, Asia, Europa, las organizaciones criminales que operan en esta área de la frontera operan a nivel transnacional, tienen redes en varias partes del mundo”, afirma Ángel Moreno, agente de la patrulla fronteriza.
De acuerdo con cifras de la Agencia de Adunas y Protección Fronteriza (CBP), el 30% de las familias localizadas a lo largo de la frontera en el mes de abril no provenían de países como México o Centroamérica.
El año pasado durante el mismo mes, solo el 7.5% eran migrantes que venían de países afuera de Centroamérica o México.
Muchos vienen de países en donde la pandemia no ha sido controlada, donde el coronavirus ha dejado a su paso miles de muertes, y familias en la calle y a donde ha llegado un erróneo mensaje.
Local
“Se percibe en el mundo la entrada a Estados Unidos como algo fácil”, asegura David Shirk, director del Departamento de Ciencias Políticas de USD quien agrega. “Si uno viene de Irak o Afganistán buscando entrar a Estados Unidos como un migrante regular, muchas veces la puerta está cerrada y se entra por la ventana abierta.
Y esa es la realidad, asegura el experto, que el sistema de inmigración de estados unidos está roto y pueden pasar años para que migrantes pueden entrar al país por puerta de entrada dando la cara sin tener que esconderla entre lugares remotos como este en donde muchos ven su fin.