Tijuana

COLEF: Conflicto en garita de San Ysidro entre migrantes, viajeros y comerciantes, podría generar discursos de xenofobia

Este tipo de enfrentamiento entre migrantes y comerciantes, ya había sucedido en 2018 con integrantes de la caravana

Telemundo

TIJUANA- La tensión en la frontera entre Estados Unidos y México en la región de San Diego y Tijuana se volvió a repetir este pasado fin de semana, luego de un plantón de migrantes en busca de asilo en Estados Unidos que provocó un gran operativo por parte de autoridades estadounidenses, así como largas filas y molestias a viajeros y comerciantes turísticos.

Hechos que siguen en la memoria de quienes viven a diario la dinámica fronteriza.

“Hicieron lo mismo hicieron plantón pero aquí como esa hora de trabajo aquí afectan los vendedores”, señaló Mario Cortez, vendedor en la garita.

Y es que una protesta que inició el viernes pasado por parte de un grupo de migrantes en la garita de San Ysidro, se convirtió en un plantón que duró hasta el sábado por la tarde, cuando comerciantes en el puerto de entrada se enfrentaron a los migrantes y los corrieron del sitio.

Agentes de CBP resguardaron la garita de San Ysidro

“Se querían acampar ahí pero pues la gente no avanzaba los carros no caminaba la gente ya estaba desesperada”, dijo Javier Arias, vendedor en garita. “Mejor que ya no venga, no jaló porque aquí es área de trabajo y mejor ya no vengan”.

Mientras que académicos señalan que los migrantes enfrentan una situación compleja.

“Que encuentran en estos eventos el pretexto perfecto para que emergen discursos de xenofobia para que emergen discursos discriminatorios cuando claramente la situación de los migrantes es absolutamente compleja”, señaló Juan Del Monte, investigador del COLEF.

Mientras que en las instalaciones de El Chaparral, donde se encuentra un campamento migrante, algunos como Mary Alvarado, migrante hondureña, señalaron que estaban cansados de la violencia en su contra.

“Tuvieron que sacarlos a la fuerza patadas. Venimos de violencia en nuestro país y venir a vivir la violencia México también es triste”, comentó Alvarado.

Y es que el campamento migrante en El Chaparral crece, y más familias llegan a la frontera con la esperanza de pedir asilo en Estados Unidos.

“Venimos pidiendo el apoyo pues para que nos dejen pasar para aquel lado”, dijo Rosalba Merlos Miranda, migrante de Michoacán.

Ella llegó este lunes con una familia de 15 integrantes, en su mayoría niños, y fueron directamente a la garita, con miedo y también falta de información.

“Venimos llegando, no tenemos dinero no tenemos dónde llegar...Nos dicen que no vamos a conseguir nada estando ahí parados de hecho nos amenazaron dijeron que si no nos quitábamos de ahí nos iba a llevar la policía”, dijo la migrante de Michoacán.

Para esta familia, empieza su espera, una que para muchos se ha prolongado por meses y hasta años. Y es que la frontera se encuentra ahora prácticamente cerrada al asilo, por el COVID-19.

“Ya se dijo que ese no iba a hacer el proceso y aún así está siendo mantenido el campamento para ejercer esta presión”, agregó Del Monte.
De acuerdo con investigadores del COLEF, hace falta aún más voluntad política entre ambos países para poder dar una solución efectiva, mientras que el campamento en El Chaparral en Tijuana, tiene cada día más migrantes.

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