SAN DIEGO- El Hospital Sharp Mary Birch anunció que la bebé más pequeña del mundo logró sobrevivir luego de nacer cuatro meses, pesando tan solo 15 onzas.
Giselle nació el 17 de noviembre luego de que su mamá Courtney Flores fuera diagnosticada con hemólisis, enzimas hepáticas elevadas, síndrome de recuento bajo de las plaquetas (HELLP, por sus siglas en inglés), una complicación que amenaza la vida durante el embarazo y una forma grave de preeclampsia.
Tras pasar los últimos cinco meses dentro de la unidad de cuidados intensivos neonatales y pelear por su vida contra los altibajos de las cirugías e infecciones, finalmente la pequeña Giselle pudo regresar a casa con sus papás, este martes.
“Fue como un sueño hasta que me subí al vehículo, me senté y la vi ahí. Después reaccioné, 'Oh, Dios, regresó'”, dijo Flores.
Actualmente, Courtney y su esposo están recibiendo
ayuda de la mamá de Courtney, Angela Shirley, quien no había podido visitar a
su nieta en los últimos meses debido a las medidas de precaución sanitarias
ante la pandemia del COVID-19.
La nueva abuelita señaló que ha
tenido muchas emociones durante las últimas 24 horas desde la llegada de Giselle
al hogar.
“Es un milagro todo lo que vivió en estos largos meses y como lo superó”, dijo Shirley.
La pequeñita ahora pesa siete libras, y además aprobó todos los exámenes realizados de visión y auditivos.
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Sin embargo, todavía tiene algunos problemas médicos que enfrentar.
Los primeros meses de nacida tuvo que estar conectada a respiradores que la ayudaban a respirar y controlar la temperatura de su cuerpecito, es por eso que regresa a casa con una una máquina de oxígeno y un monitor cardíaco.
Además, por ser una bebé prematura tuvo una enfermedad pulmonar grave, lo que hizo que la familia tomara precauciones extremas durante la pandemia de COVID-19 para evitar una posible exposición al virus.
"Al principio estábamos muy nerviosos de llevarla a casa por lo que está pasando, pero pensamos que no saldríamos de la casa, tendremos gente que nos mirará afuera si es necesario", aseguró Courtney. "Tenemos estaciones de desinfección de Lysol, no entra nadie a la casa ".
Inclusive antes de las preocupaciones sobre el coronavirus, los médicos habían aconsejado a la familia que mantuviera a Giselle lejos de las personas durante al menos otro año.
Luego de su apresurada llegada al mundo, los papás primerizos estuvieron felices de tener a Giselle con ellos en su hogar. Ahora la nueva familia pudo dejar el mal sabor de boca atrás y disfrutar a la bebé milagro.