SAN DIEGO- Víctimas de abuso sexual alzan la voz, luego de que la Diócesis de San Diego se declaró en bancarrota y admitiera que se cometieron crímenes terribles durante varios años.
Una de las inconformes es Joelle Cateix, quien es sobreviviente de estos abusos. Dijo que esta no es la solución para curar todo el daño que cometieron sacerdotes durante años.
“Nuestra meta número uno es asegurarnos de que los depredadores sean desenmascarados y los sobrevivientes obtengan justicia". señaló Joelle.
Por su parte, Aida Bustos, directora de medios diocesanos indicó que la iglesia ha aceptado los daños cometidos.
“La iglesia reconoce que cometió unos crímenes terribles y nunca vamos acabar de reconocer eso y hacer todo lo posible para apoyar y ayudar a las víctimas sobrevivientes, pero en todo caso reconocemos lo que sucedió”, indicó Bustos.
Detalló que alrededor de los 60 por ciento de los casos de abuso que se han presentado datan desde 1960 y que los responsables ya no forman parte del sacerdocio.
Mencionó que este lunes la Diócesis se apegó al Capítulo 11 de bancarrotas para poder resolver las demandas de las más de 400 víctima, demandas que se traducen en una reparación del daño por más de $550 millones de dólares.
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Aclaró que las parroquias, organizaciones benéficas y escuelas pertenecientes a la Diócesis continuarán con sus operaciones normales.
Aida Bustos agregó que apoyaran a las víctimas para que se haga justicia y que espera que la iglesia pueda recuperar la confianza de la feligresía.