Residentes de Shelltown hablan de las pérdidas que sufrieron por las inundaciones del lunes en San Diego.
SAN DIEGO- “Todo, como pueden ver, está arruinado”, dijo Olga Ramírez, con la voz entrecortada.
El padre de Ramírez, de 79 años, ha vivido en su casa en el barrio Shelltown de San Diego durante la mitad de su vida. El miércoles, la familia estaba sacando la mayoría de sus pertenencias a la calle. Fueron dañados por las inundaciones que llegaron hasta la cintura durante una poderosa tormenta el lunes.
“Es una situación muy difícil y estamos devastados”, dijo Ramírez. “Esto es todo lo que tiene mi papá, tiene un ingreso fijo. Definitivamente es difícil”.
Los Ramírez no fueron los únicos en su cuadra que fueron duramente afectados por la poderosa tormenta, una de las peores que el condado de San Diego haya visto en la historia.
En la esquina de las calles Cottonwood y Osborne, artículos domésticos destruidos (colchones, muebles, ropa, zapatos, recuerdos y fotografías) estaban reunidos en grandes montones en la acera mientras los residentes intentaban limpiar la devastación de sus hogares.
Cuando Luz Sánchez llegó el lunes para ayudar a su madre de 75 años y a su padre de 80, tres autos tenían el agua hasta las ventanillas y el agua en la casa estaba a la altura de la cintura.
“Que ella entrara por esa puerta por primera vez (el miércoles) me rompió el corazón”, dijo Sánchez. “Justo cuando entró, miró hacia abajo y comenzó a llorar. Cincuenta años de duro trabajo.”
Al otro lado de la calle, la residente Sandra García vive con su esposo, quien usa un generador de oxígeno y pasa gran parte de sus días en una cama de hospital dentro de la casa. El lecho también fue destruido por las inundaciones.
“Estoy jubilado desde hace dos años. Tengo mi seguro, mi seguro no me cubre nada”, dijo García.
Los residentes señalaron que el agua de la inundación provino de una alcantarilla cercana que estaba bloqueada por una masa de escombros. TELEMUNDO 20 contactó a la ciudad para responder a las preocupaciones de los residentes, pero aún no ha recibido respuesta. Estaba prevista una conferencia de prensa el jueves por la tarde.
Mientras tanto, se pidió a los residentes que solicitaran ayuda a FEMA. Por el momento, sus necesidades inmediatas están cubiertas por generosos voluntarios que reparten comida y ropa. Y por la noche se apoyan mutuamente con la camaradería de una dificultad compartida.
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