WASHINGTON - El Departamento de Justicia de Estados Unidos intervino el martes a favor del presidente Donald Trump en una demanda por difamación que presentó en su contra la columnista E. Jean Carroll, quien asegura que el mandatario la violó en una tienda de Nueva York en la década de los 90.
Además, el Departamento de Justicia quiere ejercer la defensa judicial del mandatario en sustitución de sus abogados personales, lo que supone un movimiento extraordinario, ya que significaría que la víctima se está enfrentando a la totalidad del gobierno de EEUU y no a Trump a nivel personal.
En un escrito interpuesto en la corte federal del distrito sur de Nueva York, en Manhattan, el Departamento de Justicia afirmó que Trump estaba actuando en su capacidad oficial como presidente cuando en 2019 negó haber violado a Carroll porque, según dijo, ella no es "su tipo".
Esas palabras despectivas de Trump motivaron la denuncia por difamación de Carroll, quien no puede denunciar al presidente por violación porque ese presunto delito ya ha prescrito.
En un libro publicado el pasado verano, Carroll aseguró que, en 1995 o 1996, la violó en un probador de la conocida tienda Bergdorf Goodman en Manhattan. Ella no lo denunció ante la policía por temor a represalias, ya que por entonces Trump ya había amasado una gran fortuna en negocios inmobiliarios.
En un comunicado, la abogada de la víctima, Roberta A. Kaplan, consideró que la decisión del Departamento de Justicia es un "escándalo" y criticó que el poder ejecutivo vaya a gastar el dinero de los contribuyentes estadounidenses en defender a su presidente en un asunto privado.
"Los esfuerzos de Trump por ejercer el poder del gobierno de EEUU para evadir responsabilidades por su mala conducta en privado no tiene precedentes, y muestra de manera aún más clara hasta dónde está dispuesto a llegar para evitar que la verdad salga a la luz", manifestó la letrada.
Más de una docena de mujeres han asegurado que, antes de llegar a la Casa Blanca, Trump las agredió sexualmente.
En términos institucionales, la decisión del Departamento de Justicia casi no tiene precedentes en la historia de EEUU, dijo a The New York Times Steve Vladeck, profesor de Derecho en la Universidad de Texas.
De acuerdo a Vladeck, hay que remontarse a 2005 para encontrar un caso similar. Entonces, una corte federal de Washington determinó que los abogados del gobierno podían ejercer la defensa de Cass Ballenger, un legislador republicano de Carolina del Norte que había sido denunciado por el Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses (CAIR, en inglés).
No existe en la historia reciente ningún caso similar relativo a presidentes de EEUU.
Desde que llegó a la Casa Blanca, Trump ha ejercido una gran presión sobre el Departamento de Justicia, que se supone que debe ser independiente, y ha considerado que esa institución debe dedicarse a defenderlo a él.
Por ejemplo, el actual fiscal general, William Barr, intervino a favor de Trump cuando se publicaron los resultados de la investigación del fiscal especial, Robert Mueller, sobre la llamada trama rusa y llegó a pedir que se desestimen los cargos que pesa sobre uno de sus acusados, el que fuera exasesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca Michael Flynn.