WASHINGTON DC - El presidente Joe Biden fue alertado este viernes por sus asesores de seguridad y por los militares estadounidenses que comandan la región que es “probable” que ocurra un nuevo ataque terrorista antes del final del período de evacuación de Kabul, el 31 de agosto.
“Los próximos días de esta misión serán los más peligrosos hasta ahora”, dijo un funcionario de la Casa Blanca a NBC News. “El presidente le aseguró a los comandantes que cuentan con su apoyo y con todo lo que sea necesario para resguardar la seguridad de las tropas y terminar con el operativo”.
Estados Unidos retomó este viernes las evacuaciones de ciudadanos estadounidenses y de aliados afganos desde el aeropuerto de Kabul que huyen de los talibanes que tomaron el control de Afganistán el 15 de agosto.
"Todavía creemos que hay amenazas creíbles. De hecho, diría que son amenazas específicas creíbles", dijo este viernes el portavoz del Departamento de Defensa, John Kirby, en una rueda de prensa en el Pentágono.
Pese a la posibilidad de nuevos ataques, Kirby remarcó que la misión de EEUU sigue en marcha como se había planificado y que todavía quieren terminarla para finales de este mes.
El jueves, una persona hizo detonar un chaleco bomba frente a uno de los ingresos al aeropuerto de la capital afgana, matando al menos a 113 personas y dejando 180 heridos. Trece militares estadounidenses murieron debido a la explosión.
El grupo terrorista ISIS se adjudicó la autoría del atentado.
Actualmente, EEUU mantiene a más de 5,000 soldados desplegados sobre el terreno, básicamente en el aeropuerto de Kabul, de acuerdo a las cifras ofrecidas este viernes por el Pentágono.
En las últimas 24 horas, hubo un total de 89 vuelos que han evacuado del país centroasiático a 12,500 personas. De ellas, 300 eran estadounidenses, lo que sitúa el total de nacionales de ese país evacuados a 5,100, apuntó el subdirector de Logística del Estado Mayor de EEUU, el general Hank Taylor, en esa misma rueda de prensa.
En total, el número de evacuados desde el 14 de agosto asciende a 111,000, de los que 7,000 son afganos que ya han llegado a EEUU y que son solicitantes de un visado especial de inmigración, que el gobierno federal está concediendo a los traductores y trabajadores que colaboraron con los soldados estadounidenses en Afganistán.