La Cámara de Representantes se apresta para iniciar el debate del proyecto de reforma migratoria que otorgaría un camino a la residencia para millones de indocumentados, beneficiarios de DACA y TPS y trabajadores agrícolas.
Un abogado experto en inmigración, Matt Adams, explica quiénes se beneficiarían de la reforma.
Adams es el director legal de Northwest Immigrant Rights Project, una organización sin fines de lucro con sede en Seattle, estado de Washington,
El plan de reforma migratoria del presidente Biden crea un camino de 8 años hacia la obtención de la ciudadanía estadounidense para 11 millones de inmigrantes indocumentados que ingresaron al país antes del 1 de enero del 2021.
UN CAMINO A LA RESIDENCIA Y CIUDADANÍA
Los inmigrantes indocumentados podrán tener un estatus legal temporal durante cinco años, para luego solicitar la residencia permanente, y tres años después solicitar la ciudadanía.
La reforma beneficia también a los jóvenes conocidos como “dreamers” que ya tengan un estatus legal temporal obtenido el 1 de enero del 2017 o después bajo DACA.
Inmigración
Estos jóvenes podrán solicitar la residencia permanente si logran comprobar por medio de documentación sus aportes laborales de los últimos años.
Otros de los beneficiados son los inmigrantes con Estatus de Protección Temporal (TPS), quienes también podrán solicitar la residencia permanente.
También se benefician trabajadores del campo que puedan comprobar que han sido empleados agrícolas.
La reforma migratoria incluye otras cláusulas: esposas e hijos de residentes permanentes estarán exentos de ser parte de los cupos de visas permitidas cada año fiscal para venir a vivir a Estados Unidos.
MÁS CUPOS PARA FAMILIARES DE RESIDENTES
También se incrementarán los cupos para familiares de residentes permanentes que busquen vivir en EEUU y elimina la prohibición de volver a reingresar a EEUU por entre 3 a 10 años para inmigrantes que permanecieron en el país sin una visa vigente.
El proyecto de ley sería aprobado por la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes aunque enfrenta un duro reto en el Senado.
Para ser aprobada en la Cámara Alta, la ley propuesta por Biden deberá conseguir la totalidad de los votos demócratas en el Senado, 50, y asegurar 10 votos republicanos.
De lo contrario, estará condenada a fracasar como ha sucedido con los intentos de regularización en los años anteriores.