SAN DIEGO - En uno de los muchos albergues para migrantes en busca de asilo en San Diego, donde solo reciben a hombres, se les entregan una cobija, una toalla, tienen acceso a baños, además de un lugar seguro donde pasar la noche y también un plato de comida caliente, sin embargo, al amanecer tienen que salir a la calle a enfrentarse a las bajas temperaturas.
“Tiene uno necesidad de mojarse, de pasar fríos y aparte pues tenemos que aguantar”.
Dice el señor Jorge Martínez, quien llegó a Estados Unidos en busca de un mejor futuro. Es un inmigrante que llegó a Estados Unidos desde Guadalajara, México hace más de 30 años, por lo que cuenta con un lugar donde vivir. Sin embargo, los migrantes quienes recién llegan al país en busca de asilo no corren con la misma suerte.
“Yo me dirigí allá a father joe’s en la mañana y me dijeron que no había espacio entonces tuve que dormir ahí, en ese arbusto que está al final”.
Señala William, quien es un inmigrante venezolano, quien llegó a california hace un mes y al no encontrar cupo en un albergue, terminó durmiendo en la calle cerca de una iglesia, lo que dice fue peor que estar preso.
“Yo le dije a la persona que estaba ahí, allá donde me dejaron que es mejor que estuviera preso porque yo nunca he estado en la calle”.
Agrega William, al igual que a él, las lluvias y las bajas temperaturas impactan a miles de migrantes en todo el país, y mientras los albergues están a capacidad muchos duermen y acampan en las calles esperando ayuda y refugio
Inmigración
“Si, mira, conozco compañeros que se quedan aquí en realidad, no viene gente a apoyarnos con cobijas, con comida ni nada de eso” dice Jorge.
Aunque las organizaciones sin fines de lucro hacen lo posible por apoyar a los migrantes, en ocasiones la ayuda que pueden brindar no es suficiente, despertando la preocupación de quienes ven por sus derechos.
“Y más preocupación sobre el bienestar de las personas que no tienen donde quedarse, como cubrirse de la lluvia que vimos anoche” asegura Pedro Ríos, director del comité de amigos.
Y es que los centros de acogida para migrantes recién llegados no ofrecen apoyo a largo plazo, además, la mayoría se encuentra a tope, por lo que activistas locales alzan sus voces en nombre de ellos.
“Bueno es muy lamentable porque sabemos que el condado de San Diego tiene recursos para apoyar a las personas y no está haciendo todo lo que debe de hacer” agrega Ríos.
Para los migrantes que llegan a Estados Unidos y que aún no encuentran cupo en algún albergue o no tienen un lugar seguro donde pasar la noche, es importante que visiten las iglesias ya que ahí los pueden dirigir a los distintos recursos que hay disponibles.
