COLORADO - Uno de los dos jóvenes acusados del tiroteo en una escuela en los suburbios de Denver en el que fue asesinado un estudiante y otros ocho resultaron heridos fue sentenciado este viernes a cadena perpetua con posibilidad de libertad condicional durante una audiencia en la que las víctimas hablaron sobre cómo han cambiado sus vidas.
Alec McKinney, de 17 años, fue condenado a cadena perpetua y otros 38 años de cárcel con posibilidad de salir en libertad bajo fianza después de cumplir 40 años de prisión.
"Nunca esperé ser perdonado", dijo McKinney en un discurso de 15 minutos en la audiencia en la que lloró y en la que los padres de Kendrick Castillo, quien murió mientras intentaba salvar a sus compañeros de las balas, estuvieron presentes.
McKinney se había declarado culpable de varios cargos tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía del tiroteo en STEM School Highlands Ranch en mayo del 2019.
McKinney tenía 16 años en en el momento del tiroteo, por lo que, a pesar de que fue procesado como adulto, podría ser puesto en libertad condicional después de 40 años de prisión, sin importar la sentencia que reciba, a diferencia de su supuesto conspirador, Devon Erickson, quien tenía 18 años en ese momento.
Erickson, de 19 años, se declaró inocente de los mismos cargos que McKinney enfrentó originalmente en el tiroteo. Sus abogados han retratado a McKinney como el líder que presionó a Erickson para que participara. El otro implicado será sentenciado a fines de septiembre.
EEUU
McKinney no se enfrentaba a la pena de muerte. Colorado se convirtió en el estado número 22 en abolir la pena de muerte este año, pero Erickson aún podría haber sido elegible para ello porque el tiroteo ocurrió antes de que se aprobara esa ley.
Si bien los padres de Castillos apoyaron la pena capital, el fiscal de distrito George Brauchler decidió no hacerlo, y señaló que los abogados de Erickson podrían haber argumentado en contra de ella debido a su edad, falta de antecedentes penales y otros factores atenuantes.