ORLANDO, Florida. – El gobernador de Florida Ron DeSantis firmó el lunes una ley que le otorga control sobre el distrito autónomo de Walt Disney World, Reedy Creek, castigando a la compañía por haberse opuesto a la ley conocida como “No Digas Gay”.
Según la ley, el republicano DeSantis deberá nombrar una comisión de cinco miembros para supervisar los servicios públicos en el distrito de Florida donde Disney opera gran cantidad de partes temáticos.
“Hoy el reino corporativo finalmente te llega a su fin”, declaró DeSantis en la ceremonia de la firma en Lake Buena Vista. “Hay un nuevo sheriff a cargo y la rendición de cuentas estará a la orden del día”.
La firma de la ley ocurre en momentos en que DeSantis al parecer se prepara a anunciar su candidatura presidencial, y sería un triunfo legislativo de alto perfil para un gobernador cuyas luchas por temas culturales y políticos lo han convertido en un prominente dirigente entre los políticos republicanos.
DeSantis, cuyo libro “The Courage to be Free” (“La valentía de ser libre”) sale el martes, ha tratado de elevar su perfil público y recaudar fondos mediante eventos de recaudación y encuentros con donantes, funcionarios electos y personalidades de la derecha.
El gobernador tenía hasta el 14 de marzo de 2023 para actuar sobre este proyecto de ley.
La toma del distrito empezó el año pasado cuando Disney se opuso a la ley “No Digas Gay”, que prohíbe hablar de orientación sexual o identidad de género desde el kindergarten hasta el tercer grado, o impartir lecciones consideradas inapropiadas.
EEUU
DeSantis rápidamente buscó castigar a la compañía, ordenando a los miembros de la legislatura dominada por republicanos a disolver el distrito autónomo de Disney en una sesión legislativa especial el año pasado, iniciando un proceso de reestructuración intensamente vigilado.
En febrero, DeSantis llamó a los legisladores a lidiar nuevamente con Disney y afianzar el control estatal del distrito en otra sesión legislativa convocada apuradamente que demostró la disposición del gobernador de usar su poder para cumplir objetivos políticos, una estrategia que probablemente continuará en los meses próximos mientras DeSantis potencialmente impulsa una campaña presidencial.