La Administración de Pequeñas Empresas reactivó el este lunes la recepción de solicitudes de préstamos a aquellos afectados por la pandemia de coronavirus, dinero que en algunos casos podría ser condonado si se cumplen ciertas condiciones.
Las pequeñas empresas podrán beneficiarse de $370,000 millones de los $484,000 millones del nuevo paquete de ayuda económica que firmó el pasado viernes el presidente de EE.UU., Donald Trump, después de que el Congreso diera luz verde a la legislación un día antes.
El nuevo paquete destina $310,000 millones al Programa de Protección de Salarios o Nómina (PPP por sus siglas en inglés) -que da acceso a préstamos a pequeñas empresas-, así como otros $60,000 millones a un fondo de alivio económico en caso de quiebra de esas compañías.
Hasta la fecha, más de 1,5 millones de empresas habían recibido las ayudas del PPP, según la Administración de Pequeños Negocios de EE.UU. (SBA, en inglés), hasta que los $349,000 millones con los que se inició el programa en marzo se agotaron, dejando a miles de empresas sin ayuda.
En su página web, la SBA detalla que todo préstamo enmarcado en el PPP "podrá ser perdonado por completo si los fondos se destinan a pagar nóminas, intereses hipotecarios, arriendos y servicios públicos", pero, para poder aplicar a este indulto, se tendrá que destinar el 75 % del dinero recibido a los sueldos de los trabajadores.
Estos préstamos no requieren de ningún tipo de aval o garantía, y su perdón se basa en que la empresa conserve o vuelva a contratar rápidamente a los empleados y en el mantenimiento de los salarios previos a la crisis.
Cuanto más se reduzcan los salarios o el número de empleados a tiempo completo, más cantidad de lo prestado tendrá que devolver el empresario. En caso de tener que retornar alguna suma, el deudor tendrá un plazo de dos años para depositar el pago a una tasa de interés del 1 %.
Para hacer la solicitud deberías acudir a la página web o a la oficina del banco de tu confianza o buscar un prestamista autorizado aquí. Para más detalles del programa entra aquí.
Vale acotar que con el financiamiento adicional proporcionado por el nuevo paquete de ayuda COVID-19, la SBA reanudará el procesamiento de las solicitudes de préstamos EIDL y Advance anteriores, es decir ya estaban en la cola por orden de llegada cuando se acabaron los fondos de la primera ronda. En tal sentido, la SBA no recibiría nuevas solicitudes para este préstamo que proporciona hasta $10,000 de alivio económico a las empresas que actualmente están experimentando dificultades temporales.
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Fondos podrían agotarse pronto
Richard Hunt, ejecutivo de la Asociación de Banca de Consumo, le dijo a nuestro canal hermano CNBC que la financiación podría agotarse en días, pues se necesitan alrededor de $1 billón, según la asociación.
Se espera que los que solicitaron el programa antes de que se les acabaran los fondos sean los primeros en la fila y Hunt no esperaba que los fondos alcanzarían para los nuevos solicitantes.
La odisea por obtener una tajada de los fondos se produce cuando CNBC informó que más de 200 compañías que cotizan en bolsa y que sus estados financieros son públicos habían obtenido al menos $854.7 millones en fondos del programa del gobierno, que se había dirigido a pequeñas empresas.
En medio de una indignación popular, 11 compañías han devuelto $75 millones de esos fondos, según CNBC.
Aparte de la ayuda a empresas, la legislación aprobada ayer destina 75,000 millones de dólares a hospitales y 25,000 millones para incrementar el número de test de coronavirus que se hacen a nivel nacional.
¿Habrá una avalancha de quiebras?
Los miles de millones de dólares destinados a las pequeñas empresas en Estados Unidos para contrarrestar los efectos económicos del coronavirus puede que no logren impedir que muchas de ellas se declaren en quiebra.
Las solicitudes de empresas amparadas en el Capítulo 11 de la ley federal de quiebras de Estados Unidos aumentaron significativamente en marzo, y los abogados que trabajan con compañías en problemas observan señales de que más dueños están contemplando la posibilidad de declararse en bancarrota.
Las compañías que se vieron obligadas a cerrar o reducir sus actividades a causa de las medidas del gobierno para frenar la propagación del coronavirus tienen crecientes deudas y perspectivas inciertas sobre cuándo regresarán a la normalidad. Incluso los propietarios que están recibiendo préstamos de emergencia y subvenciones no están seguros de que esa ayuda sea suficiente.
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Entre las compañías más vulnerables están miles de restaurantes y tiendas minoristas que cerraron, muchos de ellos hace más de un mes. Algunos restaurantes han podido obtener un poco de ingresos al servir alimentos para llevar y para entregar a domicilio, pero incluso ellos tienen problemas financieros. Las tiendas minoristas pequeñas e independientes, incluyendo aquellas que también venden en línea, corren un riesgo similar.
Las compañías petroleras independientes, cuyos ingresos se vieron muy afectados tras el desplome en los precios del crudo, también están limitadas financieramente, al igual que otras empresas que ya estaban abrumadas con altos niveles de deuda antes del virus.
Incluso las grandes corporaciones tienen problemas, entre ellas las cadenas de tiendas minoristas que tuvieron que cerrar sus sucursales.