Ciclones

Nube de polvo del Sahara: ¿cómo afecta a los huracanes y otros fenómenos?

Mira cómo ese polvo sahariano contribuye a determinar varias de las condiciones meteorológicas que nos afectan.

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La NASA y autoridades meteorológicas de Estados Unidos, explican que la nube de polvo que proviene de África puede afectar la calidad del aire tan lejos como América del Norte y del Sur si se mezcla con el aire cerca del suelo.

Pero ese polvo juega un papel ecológico importante, como fertilizar los suelos en el Amazonas y construir playas en el Caribe. Las condiciones secas, cálidas y ventosas asociadas con estas partículas de aire saharianas también pueden suprimir la formación e intensificación de los ciclones tropicales, explicó la NASA.

Es decir, que el polvo del Sahara (cuyo aire seco tiene aproximadamente un 50% menos de humedad que la atmósfera tropical típica) también puede causar una actividad ciclónica menor de lo normal e inhibir el desarrollo de tormentas eléctricas y dejar que "nazcan muertos" algunos de los huracanes eventualmente más poderosos en la cuenca del Atlántico. El detalle es que esto es solo temporal mientras la nube sigue su curso por el Atlántico.

"Este aire extremadamente seco puede debilitar un ciclón tropical o una perturbación tropical al promover corrientes descendentes alrededor de la tormenta", explica el equipo de NOAA especializado en estudiar la nube.

En un reporte científico de NOAA, la autoridad meteorológica en Estados Unidos, se explica a fondo el fenómeno. La nube se forma sobre las regiones del desierto del Sahara y Sahel del norte de África a fines de la primavera, el verano y principios del otoño.

La nube "contiene aire muy seco y polvo mineral que se eleva de la superficie árida del desierto sobre el norte de África, y a menudo se asocia con una megacorriente de aire que sopla hacia el este (...). Cuando la nube envuelve las olas tropicales, las perturbaciones o los ciclones tropicales a punto de desarrollarse, su aire seco, temperatura y fuerte efecto de su viento cortante vertical pueden inhibir la capacidad para fortalecer" de esos potenciales ciclones.

"Puede causar la inclinación del vórtice del ciclón tropical en la altura y puede perturbar el motor térmico interno de la tormenta", explican, siendo este el segundo factor que hace a la nube de polvo una aliada contra la formación de ciclones tropicales.

Y por último, NOAA explica que el tercer factor (además del aire seco y la corriente de aire africano) es las tibias temperaturas. "El calor de la capa de aire sahariana actúa para estabilizar la atmósfera, lo que puede suprimir la formación de nubes", detallan.

Este efecto estabilizador se produce cuando el aire cálido y flotante de la nube de polvo del Sahara se eleva por encima del aire relativamente más frío y denso. Su polvo mineral suspendido también absorbe la luz solar, lo que ayuda a mantener su calor mientras cruza el océano Atlántico.

De hecho el estudio confirma que la nube puede ser un factor en el problema del pronóstico de intensidad de la temporada de huracanes en el Atlántico y también puede contribuir al nivel relativamente reducido de actividad ciclónica de esta cuenca oceánica.

Entre otros efectos de la nube de polvo, observadores han reportado que se experimentan amaneceres y atardeceres espectaculares, más coloridos (cobrizos o rojizos). Esto debido al incremento de la luz que se refracta proveniente de la arena y las partículas de polvo.

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