WASHINGTON - Una mujer que presuntamente dio a luz en el piso sucio de su celda en Maryland en julio del 2021, presentó una demanda federal el martes alegando que las enfermeras de la cárcel ignoraron sus gritos y súplicas de ayuda durante seis horas.
Jazmin Valentine alega que algunas enfermeras que trabajaban para el proveedor médico contratado por la cárcel, PrimeCare Medical, Inc., con sede en Pensilvania, dijeron que se estaba absteniendo de las drogas, que no estaba de parto, y algunos miembros del personal de la cárcel y del personal médico se rieron de ella, argumentando que solo estaba tratando de salir de su celda a altas horas de la noche en la cárcel del condado Washington en Hagerstown.
Valentine afirma que golpeó las paredes de su celda de confinamiento solitario, que no tenía mantas ni sábanas, durante sus contracciones más dolorosas y extrajo lo que creía que era el saco amniótico de su bebé y lo deslizó debajo de la puerta de su celda para demostrar que estaba a punto de tener una niña.
JAZMIN VALENTINE ADUCE QUE ALGUNAS ENFERMERAS DIJERON QUE SE ESTABA ABSTENIENDO DE LAS DROGAS
Un compañero de prisión, al escuchar las súplicas de Valentine, llamó al novio de Valentine, quien llamó a la cárcel suplicando al personal que la ayudara, explica la demanda.
Las enfermeras también ignoraron una preocupación planteada por un oficial de la cárcel sobre Valentine, pero él no contactó a ningún superior, de acuerdo con el documento. El agente descubrió a Valentine sosteniendo a la niña en su celda unos 15 minutos después de que naciera, justo después de la medianoche del 4 de julio de 2021 y luego llamó a una ambulancia para que los llevara al hospital, según la demanda.
El documento expone que, debido a las condiciones insalubres de la celda, la bebé desarrolló un tipo de infección por estafilococos que es resistente a muchos antibióticos.
Valentine, que nunca antes había dado a luz, aseguró que tevo temor de que su bebé muriera y que ella se desangrara durante el parto. Pero al darse cuenta de que nadie iba a ayudar, dijo que estaba decidida a tratar de dar a luz al bebé por su cuenta.
“En mi cerebro puede pasar cualquier cosa”, sostuvo con relación a sus miedos. “Sentí que estaba en manos del diablo, sinceramente”.
La demanda alega que el condado de Washington, Maryland, su departamento del alguacil y el alguacil, así como las enfermeras y los agentes de la cárcel violaron los derechos de Valentine bajo la ley estatal y la Constitución.
La portavoz del condado, Danielle Weaver, sostuvo que el condado no tenía comentarios. PrimeCare no devolvió de inmediato una llamada telefónica en busca de comentarios.
Valentine tenía más de ocho meses de embarazo cuando fue arrestada por una supuesta violación de la libertad condicional y llevada a la cárcel el día antes de que se pusiera de parto, según la demanda. Valentine fue dada de alta varios días después y su bebé está bien, indicó el martes.
La demanda es similar a la presentada en 2019 por una mujer que dio a luz sola en la cárcel de Denver el año anterior, alegando que las enfermeras y los agentes ignoraron sus súplicas de ayuda durante cinco horas. El video de vigilancia publicado entonces por el bufete de abogados que representa a Diana Sánchez, que también representa a Valentine, la mostraba acostada en una cama estrecha, llorando de dolor y dando a luz a un bebé. La ciudad finalmente resolvió la demanda.
Después del parto de Sánchez, el Departamento del Sheriff del condado Denver, que dirige la cárcel, reveló que cambió su política para garantizar que las reclusas embarazadas que se encuentran en cualquier etapa de labor de parto sean trasladadas de inmediato al hospital.
Anteriormente, las decisiones sobre si trasladar a una reclusa embarazada se dejaban en manos de las enfermeras de la cárcel, pero los agentes estaban autorizados a llamar a una ambulancia para alguien en trabajo de parto.
David Lane, cuyo bufete de abogados está involucrado en ambos casos, dijo que cree que resaltan los problemas tanto de la privatización de la atención médica tras las rejas como de las actitudes de los administradores penitenciarios.
“Mientras los administradores de cárceles y prisiones vean a los reclusos como animales, este tipo de cosas seguirán sucediendo”, finalizó.