MEMPHIS, Tennessee — La policía de Tennessee dijo el martes que el cuerpo encontrado durante una búsqueda exhaustiva de más de tres días es el de una mujer que fue secuestrada y forzada a subir a una camioneta durante un trote matutino cerca de la Universidad de Memphis.
La policía de Memphis dijo en Twitter que los investigadores identificaron el cuerpo de Eliza Fletcher, de 34 años, maestra de escuela y nieta de un destacado hombre de negocios de Memphis.
El cuerpo fue encontrado el lunes durante una serie de búsquedas durante el fin de semana del Día del Trabajo por la mujer que fue secuestrada el viernes alrededor de las 4 a.m., dijo la policía.
Un hombre se le acercó y la obligó a subir a una camioneta después de un breve forcejeo, de acuerdo con las autoridades. Fletcher fue reportada como desaparecida cuando no regresó a casa de su trote matutino habitual.
ARRESTO CLAVE POR EL SECUESTRO Y MUERTE
Un hombre, acusado de secuestro y manipulación de evidencia, tuvo una lectura de cargos el martes. Los alguaciles arrestaron a Cleotha Abston, de 38 años, el sábado después de que la policía detectara su ADN en un par de sandalias encontradas cerca de donde se vio por última vez a Eliza Fletcher, según una declaración jurada de arresto.
Abston ahora también enfrentará cargos de asesinato en primer grado y asesinato en primer grado en la perpetración de un secuestro, dijo la policía de Memphis en un tuit el martes por la mañana.
Los familiares de Fletcher y más de 20 miembros de los medios estuvieron en la sala del tribunal el martes por la mañana para la lectura de cargos, que fue la primera comparecencia de Abston ante un juez por cargos de secuestro, manipulación de pruebas, robo, robo de identidad y uso fraudulento de una tarjeta de crédito.
Abston recibió una fianza de $510,000. Abston dijo que no podía pagar la fianza y que no podía pagar un abogado. El juez de sesiones generales Louis Montesi nombró a un defensor público para representar a Abston.
La policía también vinculó el vehículo que creen que se usó en el secuestro con una persona en una casa donde se alojaba Abston.
Abston secuestró previamente a un destacado abogado de Memphis en 2000, informó Commercial Appeal. Cuando tenía solo 16 años, Abston obligó a Kemper Durand a meterse en el maletero de su propio coche a punta de pistola. Después de varias horas, Abston sacó a Durand y lo obligó a conducir hasta una gasolinera Mapco para retirar dinero de un cajero automático. En la estación, un guardia armado de la Autoridad de Vivienda de Memphis entró y Durand gritó pidiendo ayuda. Abston se escapó pero fue encontrado y arrestado. Se declaró culpable en 2001 de secuestro especialmente agravado y robo agravado, según registros judiciales. Recibió una sentencia de 24 años.
Durand, en una declaración de impacto en la víctima, escribió: “Tuve mucha suerte de poder escapar de la custodia de Cleotha Abston. … Es muy probable que me hubieran matado si no hubiera escapado”, informó Commercial Appeal.
Durand murió en 2013, siete años antes de que Abston fuera liberado en noviembre de 2020 a los 36 años. En los dos años transcurridos desde su liberación, no hubo más cargos documentados contra Abston en el condado Shelby antes de su arresto el sábado, informó Commercial Appeal.
QUÉ SE SABE DE LA VÍCTIMA Y EL HALLAZGO DE SU CUERPO
El lunes por la noche, la policía tuiteó que se había encontrado un cuerpo en un vecindario de Memphis, pero que la identidad de esa persona y la causa de la muerte no estaban confirmadas.
La policía de Memphis registró varios lugares con perros, vehículos todo terreno y un helicóptero durante el largo fin de semana.
Fletcher es la nieta del difunto Joseph Orgill III, un filántropo y empresario de hardware de Memphis. La familia ha publicado una declaración en video pidiendo ayuda para encontrar a Fletcher y ofreció una recompensa de $50,000 por información en el caso.
El caso es el último que refuerza los temores de muchas deportistas a la hora de hacer ejercicio solas, de noche o en lugares apartados. Las estadísticas de delincuencia muestran que este tipo de ataques son extremadamente raros. Las mujeres que salen a correr se enfrentan a peligros mucho mayores en el tráfico. Pero el miedo que inspiran es real, al igual que los episodios de acoso o agresión a mujeres a menor escala, incluso en áreas muy pobladas.
