HOUSTON – Para muchas madres, los días pueden ser un torbellino de tareas domésticas, cuidado de niños y responsabilidades sin fin.
Pero para Kaylee Morgan, de 30 años y madre de cinco niños, su cumpleaños tomó un giro inesperado al enfrentar una orden de arresto por un motivo insólito: no devolver a tiempo unos libros de la biblioteca.
"Realmente no lo podía creer. Pensé que era una broma o algo así, porque esto no podía ser verdad", expresó Morgan, aún incrédula ante la situación.
El año pasado, Morgan, una madre dedicada al hogar, tomó prestados algunos libros de la Biblioteca Pública de Navasota, en el condado Grimes, Texas, para sus hijos que reciben educación en casa.
En ese momento, atravesaba un embarazo complicado con hiperémesis gravídica (náuseas y vómitos intentos) y placenta previa. Olvidó devolver los libros a tiempo y, aunque su esposo devolvió todos excepto uno que no cabía en el buzón de devoluciones, la situación se salió de control.
Cuando Morgan acudió a renovar su licencia de conducir, se encontró con la desagradable sorpresa de que existía una orden de arresto en su contra y una multa de $570 por los libros atrasados.
Al intentar explicar la situación a la jueza Patricia M. Gruner, Morgan relata que la magistrada no quiso escuchar sus "excusas" y le instó a "asumir la responsabilidad".
"Esto ha sido muy estresante. Amamantaba exclusivamente a mi hija, así que ahora debo prepararme para extraerme leche en caso de ser arrestada", lamentó Morgan.
Pese a ofrecer pagar por los libros faltantes, que ya habían sido devueltos, la jueza le informó que el proceso había avanzado demasiado y que debía "arreglar las cosas". Morgan fue acusada de robo de propiedad gubernamental, un delito menor de Clase C que quedará registrado en su historial.
"Me dijo que al devolver los libros tarde, era como si hubiera salido de Walmart sin pagar por una mercancía", escribió Morgan en su página de GoFundMe, donde recauda fondos para hacer frente a la multa.
Con un ingreso familiar único y apenas suficiente para mantener a sus cinco hijos, incluida una bebé de 3 meses, Morgan se enfrenta a un desafío financiero y emocional. Además del estrés, ha tenido que recurrir a una bomba de extracción de leche materna por si es enviada a prisión.
Morgan desea luchar contra el caso, pero carece de recursos económicos adicionales. Según una ordenanza municipal, la negativa a devolver libros dentro de los 30 días posteriores a la fecha de vencimiento puede resultar en la revocación del carnet de biblioteca.
Aunque la ordenanza establece multas de hasta $500 por dañar o destruir libros, no menciona penas de cárcel.
"Hay tantas otras cosas que podríamos hacer como consecuencia. Estoy de acuerdo en tener un plazo para los libros de la biblioteca para que todos puedan participar, pero quizás un servicio comunitario como leer a los niños sería más apropiado", sugirió Morgan.
Kaylee logró recaudar el dinero para la multa de $570, pero cualquier monto restante será donado a la Biblioteca Pública de Smithville. Además, considera iniciar una petición para cambiar las ordenanzas que considera excesivas.