YEDA, Arabia Saudí — El presidente Joe Biden, en un discurso pronunciado en una cumbre de líderes árabes, declaró el sábado que Estados Unidos “no se apartará” de Medio Oriente, al tiempo que intenta garantizar la estabilidad en un rincón volátil del planeta e impulsar el flujo mundial de petróleo para revertir el alza de los precios de la gasolina.
Sus declaraciones, formuladas en el Consejo de Cooperación del Golfo en la última etapa de una gira de cuatro días por la región, se produjeron en medio de la preocupación por las ambiciones nucleares de Irán y su apoyo a los extremistas en la región.
“No nos alejaremos ni dejaremos un vacío para que lo llenen China, Rusia o Irán”, aseguró Biden. “Buscaremos consolidar este momento con un liderazgo estadounidense activo y de principios”.
Aunque las fuerzas estadounidenses continúan atacando a los terroristas en la región y están desplegadas en bases en todo Medio Oriente, Biden sugirió que estaba buscando un nuevo capítulo después de las invasiones del país a Irak y Afganistán.
“Hoy me enorgullece poder decir que la era de las guerras terrestres en la región, guerras que involucraron a un gran número de fuerzas estadounidenses, ya no está en marcha”, afirmó.
Anunció mil millones de dólares en ayuda estadounidense para aliviar el hambre en la región y presionó a sus homólogos, muchos de los cuales encabezan gobiernos represivos, para que garanticen los derechos humanos, incluidos los derechos de las mujeres y el derecho a la libre expresión.
“El futuro lo ganarán los países que den rienda suelta a todo el potencial de sus poblaciones”, aseguró Biden, incluso permitiendo que las personas “cuestionen y critiquen a sus líderes sin temor a represalias”.
El gobernante de facto de Arabia Saudí, el príncipe heredero Mohammed bin Salman, convocó la cumbre, lo que le dio la oportunidad de mostrar el peso predominante de su país en la región. También insinuó que el reino podría extraer más petróleo del que produce actualmente, algo que Biden espera ver cuando expire un acuerdo de producción existente entre los países miembros de la OPEP+ en septiembre.
Antes de la apertura de la cumbre, Biden se reunió individualmente con los mandatarios de Irak, Egipto y Emiratos Árabes Unidos, con algunos de los cuales nunca se había sentado desde que asumió el cargo. Invitó a Mohammed bin Zayed Al Nahyan, quien hace dos meses asumió la presidencia de Emiratos Árabes Unidos, a visitar la Casa Blanca este año.
La cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo en la ciudad portuaria de Yeda, en el Mar Rojo, fue una oportunidad para que Biden demostrara su compromiso con la región después de pasar la mayor parte de su presidencia centrada en la invasión de Rusia a Ucrania y la creciente influencia de China en Asia.
El sábado, la Casa Blanca publicó imágenes satelitales que indican que funcionarios rusos visitaron Irán en junio y julio para ver personalmente drones capaces de portar armamentos, que Moscú planea adquirir para emplearlos en la guerra en Ucrania. Con la divulgación de las imágenes, la Casa Blanca parecía tratar de demostrar una conexión entre la invasión rusa y las propias preocupaciones de los líderes árabes sobre Irán.