Washington D.C.- El índice de precios al consumo (IPC) subió en junio un 0.6 % en Estados Unidos, después de que en mayo la caída de la demanda por la pandemia de coronavirus causara un descenso de ese indicador del 0.1 %, con lo que la inflación interanual se ha situado en el 0.8 %, informó este martes el Departamento de Trabajo.
Si se excluyen los precios de combustibles y alimentos, los más volátiles, la inflación subyacente el mes pasado fue del 0.2 %, la primera subida desde febrero.
El indicador subyacente interanual se ubicó en junio en el 1.2 % por debajo del 1.4 %.
El informe del Gobierno muestra que en junio los precios de los alimentos subieron un 0.6 % y los de la energía crecieron un 5.1 %, en tanto que los precios de los vehículos automotores nuevos se mantuvieron estables, los de la vivienda aumentaron un 0.1 % y los de los servicios de cuidados de la salud un 0.5 %.
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Cinco de los seis principales grupos de alimentos de las tiendas de comestibles aumentaron en junio con un aumento de los precios de la carne del 4.8% en junio, lo que contribuyó a un aumento del 20.4% en los precios de la carne en los últimos tres meses. El cierre de varias plantas importantes de envasado de carne debido a brotes de coronavirus contribuyó al aumento de los precios de la carne.
Con más de 3 millones de casos confirmados y más de 135,000 muertes, la pandemia de la COVID-19 en Estados Unidos ha disparado la tasa de desempleo hasta el 11.1 % en junio, y la mayor economía del mundo se contrajo a un ritmo anual del 5 % en el primer trimestre.
Estas cifras suponen la primera caída trimestral registrada en el país desde la crisis financiera de 2008, y los economistas apuntan que el segundo trimestre será el periodo en el que se verá en toda su magnitud, con una contracción estimada de la economía que podría rondar el 30 % anual.
Desde mediados de marzo, el Congreso y el presidente Donald Trump han aplicado medidas de estímulo por billones de dólares que han incluido la distribución de cheques a cientos de millones de personas para mantener el consumo, y están en negociaciones para aprobar un paquete adicional ante la severidad de la crisis económica.