TEXAS - El gobierno del presidente Joe Biden reabrió una tienda de campaña para albergar hasta 700 adolescentes inmigrantes después de que cruzaron la frontera entre Estados Unidos y México sin la compañía de un padre, una señal de creciente preocupación sobre cómo se trata a los menores bajo custodia del gobierno.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos dijo este lunes que los primeros adolescentes llegaron a Carrizo Springs, Texas, que se convirtió hace dos años en un centro de detención bajo el expresidente Donald Trump. La instalación ha estado cerrada desde julio de 2019.
Hace dos años, Carrizo Springs tenía una gran carpa que servía como comedor y área de reunión, con menores alojados en dormitorios con literas y mesas. La instalación está reabriendo con cambios por la pandemia de coronavirus.
HHS, por sus siglas en inglés, opera instalaciones a largo plazo para menores migrantes detenidos por la Patrulla Fronteriza. Sus 7,100 camas están casi completamente llenas, lo que llevó a la agencia a reabrir el centro en Carrizo Springs. Mientras tanto, alrededor de 700 menores están retenidos por la Patrulla Fronteriza, que ha reabierto una instalación de carpas en el sur de Texas y mantiene a los inmigrantes en estaciones no equipadas para detener a los niños. El Centro de Procesamiento de McAllen de la Patrulla Fronteriza, del cual se compartieron imágenes en todo el mundo de inmigrantes detenidos cuando la administración Trump separó a las familias, está cerrado por renovaciones que eliminarán grandes jaulas formadas por cercas de tela metálica.
Los demócratas durante la administración Trump criticaron duramente instalaciones como la de Carrizo Springs y otras en Tornillo, Texas, y Homestead, Florida, por su alto costo (un estimado de $775 por niño por día) y los riesgos de detener a niños inmigrantes en campamentos que no están sujetos a lo mismos requisitos como instalaciones regulares.
HHS dijo que la apertura del centro en Carrizo Springs proporcionará las camas necesarias para transferir a los niños fuera de las estaciones de la Patrulla Fronteriza y, finalmente, colocarlos con patrocinadores.