La exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, abandonó su campaña presidencial este miércoles después de su aplastadora derrota en las elecciones primarias del Supermartes, en las que solo ganó en un solo estado de los 16.
Su anuncio cede automáticamente la nominación republicana al expresidente Donald Trump y da inicio a las elecciones generales con Trump y el presidente Joe Biden asumiendo el mando no oficial de sus partidos.
"Ha llegado el momento de suspender mi campaña", dijo la exembajadora ante Naciones Unidas. "No tengo nada que lamentar y aunque no seré una candidata, no voy a dejar de usar mi voz por la causa en las que creo".
En su discurso, la política republicana no anunció su respaldo a Trump, a pesar de que siempre ha apoyado al candidato presidencial de su partido.
"Probablemente Trump será el candidato republicano, lo felicito y le deseo lo mejor", agregó.
Haley fue la primera rival significativa de Trump cuando se sumó a la contienda en febrero de 2023.
En la etapa final de su campaña advirtió de forma agresiva al Partido Republicano que no se alineara con Trump, que según dijo está demasiado consumido por el caos y los agravios personales como para derrotar al actual presidente, Joe Biden, en las elecciones generales.
La salida de Haley allana el camino a Trump para centrarse en su probable repetición del duelo con Biden en noviembre. El expresidente va camino de conseguir los 1,215 delegados necesarios para obtener la candidatura republicana este mes.
TRUMP RESPONDE AL ANUNCIO DE HALEY
El expresidente Donald Trump celebró la decisión de una de sus funcionarias de gobierno y les pidió a sus seguidores respaldar su intención de regresar a la Casa Blanca.
“Nikki Haley fue derrotada anoche con resultados récord. Gran parte de su dinero provino de los demócratas de izquierda radical", dijo en su red social Truth Social.
El exmandatario llamó a los seguidores de Haley a "unirse al movimiento más grande de la historia. BIDEN ES EL ENEMIGO, ESTÁ DESTRUYENDO NUESTRO PAÍS".