Aplanar la curva climática no será fácil. Incluso con el cierre de emergencia global, el dióxido de carbono atmosférico (CO2) alcanzará su nivel más alto en tres millones de años, según al Instituto de Potsdam para la investigación de impacto climático.
Las emisiones anuales de CO2 pueden caer hasta un 8% este año, seis veces más que durante la crisis financiera de 2008. Esta NO es una forma sostenible de reducir las emisiones, y como explican los expertos de NOAA y Scripps, la disminución actual en emisiones no ha mostrado un efecto visible en la concentración global hasta el momento.
Es por eso que frenar el cambio climático es un gran desafío. Dado que el CO2 permanece en la atmósfera durante cientos o miles de años, las emisiones netas deben bajar a cero antes de que la concentración se estabilice. Si la atmósfera es como una bañera tapada, cerrar un poco el grifo (emisiones) no significa que la bañera (concentración) deje de llenarse.
El CO2 varía estacionalmente; la concentración mundial alcanzó su punto máximo en mayo a medida que las plantas del hemisferio norte aceleran su uso de CO2 para crecer. Aun así, el aumento interanual es inconfundible, y se espera que el pico de este mes eclipse 416 ppm. La última vez que los niveles de CO2 estuvieron tan altos, árboles crecían cerca del Polo Sur y el nivel del mar estaba 50 a 80 pies más alto que hoy.
No es sólo CO2. El año pasado, otros gases de efecto invernadero claves como el métano y el óxido nitroso también alcanzaron concentraciones modernas récord. Los niveles de metano son casi el triple de la cantidad preindustrial, un aumento que puede representar cerca del 17% del calentamiento global desde entonces (vs. 66% del CO2).
Local
Aunque el métano tiene una vida útil mucho más corta en la atmósfera, su potencial de captura de calor es 28 veces mayor que el CO2 equivalente durante 100 años. Y según investigaciones recientes, las emisiones de métano del yacimiento petrolífero más grande de los Estados Unidos pueden ser el doble de estimaciones previas.
Más gases que atrapan el calor conducen a temperaturas más altas, produciendo los impactos del cambio climático que nos están afectando aquí y ahora. Hasta ahora, este año es el segundo más caliente en el registro mundial, con las temperaturas globales de 2020 casi 1,5°C (2,7°F) por encima de una línea de base preindustrial.
Mientras que las temperaturas varían un poco año a año, el calentamiento constante por encima de 1,5°C traería aún mayor daño a los suministros de alimentos y agua, arrecifes de coral, y más. Aplanar esta curva puede ser el mayor desafío de nuestro tiempo, pero existen soluciones. Desde las energías renovables hasta la agricultura más inteligente y la educación, acciones mayores hoy pueden reducir los niveles de CO2 del futuro.